El hombre que mató a Liberty Valance

Historia de amor, amistad, sacrificio y heroísmo.Todo ello englobado en un gran westerm. Está cargada de una intensa emoción. También es una película triste y nostálgica. Muy bien interpretada por John Wayne, James Stewart y Lee Marvin, y , además creo que posee una excelente dirección del maestro John Ford. Altamente recomendable!!!!!!!

Es difícil para mi, tratar de explicar lo increíble que sería experimentar de nuevo la sensación de ver por primera vez "El hombre que mató a Liberty Valance". Creo que hay que ver la película varias veces para captar en cada una de sus escenas la profundidad que emiten y la sensibilidad con la que John Ford dirigió y John Wayne (impresionante actor, no me duelen prendas), la interpretó. El resto del maravilloso reparto: Edmond Obrien (fabuloso en tantas....), James Stwart (siempre él), Vera Miles (la dulzura), Lee Marvin(pero qué grande).... et cetera. Compren una versión en DVD si es posible, sientense en su mejor sillón con una copa al gusto y no imagino mejor plan para cualquier día de la semana. Los que sufren de desamor verán algo que les arañará el corazón a lo largo de la cinta. Y al grito de ¡abogado! dispónganse a disfrutar. ¡Qué envidia!.

Este es sin duda uno de los mejores westerns de la historia del cine, John Ford nos da con esta película lo mejor de sí mismo. Yo creo que todo en esta película roza la perfección. Las interpretaciones son del todo soberbias y la unión de James Stewart y John Wayne, dos maestros del western, resulta una mezcla explosiva. Es una película que habla de la libertad, de la justicia, de la ley, de la amistad... Tiene un arranque actual y muy utilizado el el cine; un hombre envejecido que llega a un pueblo, al entierro de su amigo, los periodistas le preguntan que de quien se trataba para hacer tan largo viaje, es entonces cuando ese hombre envejecido, James Stewart, comienza a contar la historia de él y su amigo... Sin duda una obra maestra indispensable para todo buen amante del cine.

John Ford, con su habitual maestría y sobriedad, nos da una lección de cine ejemplar. El Hombre que mató a Liberty Valance es un western crepuscular en toda regla, desgarrador y descorazonador. Una obra maestra. La película muestra que el tiempo de los viejos vaqueros ha acabado, ya no queda lugar para los cowboys solitarios que cabalgan hacia el horizonte, ya no queda sitio para esos caballeros errantes que imparten justicia entre los villanos con su colt, winchester y puños. Eso es lo que nos muestra esta película. Su tiempo ha acabado, y John Ford, nos lo anunció antes que Sam Peckimpah en Grupo Salvaje y que Clint Eastwood en Sin Perdón.

Westerns crepusculares, desmitificadores y con una profunda carga romántica. Pues las leyendas distan mucho de lo que son en la realidad, pero la gente necesita mitos a los que aferrarse y creerse esas historias. Pero ya se acabaron los tiempos de los viejos cowboys, el progreso llegó y solo nos quedan las leyendas.

Ford lo sabía y a él como buen Cowboy, nos dejó su testamento su modo en el que vivió y a lo que se dedicó. Todavía le quedaban obras como El Gran Combate, su homenaje a los indios. La Taberna del Irlandés, La Conquista del Oeste y 7 Mujeres. Ahí queda su despedida, pero El Hombre que mató a Liberty Valance, es su sello, su testamento, filmada en un crudo blanco y negro. A su modo, completamente suya. Y el señor Ford se fue a lo grande.

Un peliculón. A veces acusada de ser un poco lenta pero en mi opinión es majestuoso el manejo de los tiempos que Jhon Ford plasma en esta cinta.

En realidad nos hallamos ante una película de personajes los cuales se mantienen fieles a si mismos en todo momento. James Stewart clava su papel y lo convierte en el gran eje de la película y Jhon Wayne, confieso que mi debilidad, asume un papel más discreto que en otras ocasiones en cuanto a repercusión de planteamiento, pero finalmente acaba siendo el Jhon Wayne que siempre uno espera. Arrollador.

Incomensurable peícula que aunque viene catalogada en el género Western considero que si no fuera por su puesta en escena podría perfectamente encajar con mucho señorío en cualquier otra clasificación de géneros.