Un amor entre dos mundos

La verdad es que el título no nos engaña. Se trata simplemente de eso, de una empalagosa historia de amor entre dos personas de mundos paralelos, uno encima del otro en posición invertida (los mundos, no ellos).
Esta película es un bonito envoltorio (visualmente es deslumbrante), pero un decepcionante regalo interior (un guión fallido). Una historia de amor tan increíble e imposible como la de "Titanic" e igualmente de interesante (-1). Y para rematarlo, aquí la pareja protagonista carece totalmente de química.
Aparte de las impactantes imágenes, yo sólo destacaría el sutil (o quizás no tan sutil) mensaje político y social que lleva. Lo que no sé es si es voluntario o les ha salido de chiripa.
En definitiva, bonitas imágenes y poco más, en una película que entretiene y se olvida rápidamente.

Es cierto que, como otras críticas anteriores a la mí han mencionado, las debilidades de "Upside down" saltan a la vista pronto: una historia de amor un tanto floja, agujeros de guión, tal vez detalles poco explorados (¿qué pasa con las líneas aéreas en este universo... porque es obvio que el concepto de avión lo conocen) y no se saca el jugo sociopolítico que se le podría haber sacado a esta metáfora de clase sociales inferiores y superiores. Por otro lado, sus protagonistas parecen tener una química mínima y se echa de menos algo más de acción.

Pero bueno. Luego está la imagen, la puesta en escena y los FX. Y es aquí donde Solanas brilla. Porque sí, es cierto que hay abusos digitales. Pero en una era de películas clónicas con efectos clónicos, este filme brilla por su ORIGINALIDAD. Lo que se propone está a medio camino entre las ideas de un Álex Proyas inspirado y un Terry Gilliam con ganas de gustar. El concepto da juego y no parece agotarse, los encuadres son impecables...vamos, que
Solanas tiene IMAGINACIÓN. Algo que ya demostró desde "El hombre sin cabeza" y sigue demostrando aquí. Algo que no abunda.

Personalmente, perdono los fallos a este film. Es una rara avis en muchos sentidos.

Carajo -- Hollywood necesita a alguien como Solanas.

Tiempo al tiempo.

Posiblemente si estás leyendo esto te sobra tiempo y por ello deduzco que habrás leído otras reseñas. Seguramente ya te habrás hecho una idea aproximada: se trata de una gran idea pero fallida en su resolución, imaginativa y al tiempo un poco ñoña y con algunas interesantes sorpresas visuales. Vale, todo eso es cierto. Pero te voy a dar algunas razones para que la veas: si te gusta la literatura, te diré que la idea es sumamente borgiana: dos mundos que se rozan e imposibles el uno del otro... vaya, no está mal. Si te gusta la ciencia ficción ya te digo que estarás ante una de las mejores del género de este año, eso sin dudarlo; y en fin, si te molan las aventuras de amor aquí tienes una a lo Romeo y Julieta con los planetas Capuleto y Montesco. En fin, es cierto todo lo que dicen de ella, que es almibarada y que pierde gas y tal, pero vaya, sigue siendo una idea brillante visualmente atractiva. Y una última razón: si eres tío, tienes novia y te gustan las pelis de zombies, aquí no vas a ver ninguno, pero es mejor ver esto que tragarte "Un amor en Nueva York". Tú decides.

Es ésta la película más original que he visto en muchos años, una excelente historia de amor sin fronteras que no se hace pastelosa y que sabe explotar al máximo geniales ideas de ciencia ficción. Cada diez minutos la cinta te sorprende con una escena nunca vista antes en cine, donde vemos un derroche inigualable de originalidad. Ha sido una muy grata sorpresa, puesto que es una película independiente que no tiene mucho bombo, pero que en sólo sus primeros cinco minutos ya supera a años luz otras superproducciones infladas como la nada acertada Cloud Atlas. La fotografía es magnífica, llena de colores, donde predomina un hermoso azul cielo. Los tres actores protagonistas lo hacen realmente bien, sobre todo Timothy Spall, que tiene un papel pequeño pero entrañable. Es una perfecta combinación de drama, romance y ciencia ficción, que no aburre ni un solo minuto, y que rezuma frescura por doquier. Puede que tenga sus fallos de guion, pequeñas lagunas que se le pueden perdonar vista la obra en su conjunto, pues hay que saber suspender la incredulidad y dar rienda suelta a la ensoñación en este tipo de películas tan bien narradas.

Me suelo fiar de las críticas de Filmaffinity. Menos mal que esta vez no lo he hecho. Soy adicto a las películas, sobre todo las románticas. Pero no me refiero a las comedias románticas cursis, normalmente americanas, sino a las que tienen un cierto trasfondo especial: el de juventud e idealismo de "Cinema Paradiso", el de honor y altivez de "Orgullo y Prejuicio", el histórico de "Lo que el viento se llevó", el de aventura y piratas de un genuino cuento infantil de "La princesa prometida", el de inocencia de "Flipped"...

"Un amor entre dos mundos" tiene un trasfondo... de ciencia ficción. Dos mundos, uno encima del otro, que no pueden tocarse jamás, pues la materia que deja el mundo en el que se originó se prende en llamas, pasadas unas horas. Dos personas, que se enamoran... y les es imposible estar juntos. En cierto modo, me recuerda a Romeo y Julieta, pero modernizado: la separación de una realidad social diferente... llevada al extremo.

Es cierto que la idea, que me parece increíblemente original para las películas sin sustancia que llevamos viendo en los últimos años, podría haberse trabajado mejor y con menos prisas; la película por querer ser romántica Y de ciencia ficción, termina sin saber decidirse entre uno y otro género, por lo que presenta ciertas lagunas. En lo que respecta a la ciencia ficción, bueno, tiene más de ficción que de ciencia, simplemente hay que aceptar las leyes de ese Universo sin hacer preguntas. Y en cuanto a la parte romántica, los actores principales lo hacen bien, pero les falta algo de química, aunque probablemente sea porque en sus momentos juntos, la luz es demasiado fría o blanca y la música, cuando la hay, es de universo vasto inexplorado, amplia y envolvente... inanimada, lo que ocasiona que el espectador no termine de meterse en la imagen y no sienta una conexión demasiado fuerte entre los protagonistas...

Pero la fotografía... es excepcional:
Para el mundo de abajo, es oscura y helada, de pueblo inglés industrial de los años 60-70, de metal y barro, de una estética un poco grunge; mientras que para el mundo de arriba, es brillante, luminosa, dorada y cálida, de película Disney moderna.
El contraste de estos dos estilos es muy interesante y probablemente lo que más me haya gustado de esta producción; a la par con la BSO, que como he dicho, me falla cuando los dos protagonistas están juntos, pero en el resto del metraje es muy acertada para cada tipo de situación.
Y finalmente, el detalle del avión de papel; para mí, que aparezca algo de origami siempre es un punto agradable y especial :)

Es cierto que este filme toca ciertos de mis gustos muy personalmente y podéis no compartirlos, pero tiene ciertos atractivos muy variados, por lo que no creo que os deje indiferentes. Suelo ser bastante generoso con mis puntuaciones, estaba entre un 7 y un 8... le doy un 8, por la originalidad.