Hostel 3: De vuelta al horror

-NO la dirige Eli Roth.
-NO la escribe Eli Roth.
-NO participa Quentin Tarantino en la producción.
-NO hay escenas ni la mitad de desagradables que en las dos anteriores.
-NO da angustia.
-NO da miedo.
-Los protagonistas NO son buenos actores.
-NO merece pertenecer a la franquicia de Hostel.
-NO se rueda en Europa.
-NO hay chicas seductoras.
-NO se siente empatía por los personajes.
-NO tiene un buen guión.
-NO tiene un final inesperado ni giros de guión increíbles, como pretende.
-La he puntuado con 3 estrellas y NO con 1 pese a todo.
y lo más importante...

Nueva secuela de Hostel, donde impresiona poco y atrae mucho menos, perdiendo toda autoridad y consagración obtenida por su originalidad en la primera parte.

Trata de unos jóvenes que van a hacer su despedida de soltero en Las Vegas, pero lo que iba a ser un fin de semana de lujuria, se convierte en un infierno para ellos.

Guión, sencillo, más de segunda categoría, con un giro argumental interesante al final, pero que si uno es avispado lo puede ver mucho antes de que suceda, por lo tanto, la sorpresa se vuelve nada más que en afirmación imaginativa.

Actores mediocres, jóvenes con ganas de despuntar, pero que con esta película no creo que despunten mucho, ya que sus caras no reflejan ninguna de las sensaciones que se les pide, terror, miedo, pánico, exaltación, y… bueno, una si, las caras lujuriosas si saben ponerlas, tanto por el sexo y por el juego, pero es que actuar para lo bueno es facil, lo difícil es a lo que nunca te has enfrentado.

Impacto visual, lo que se dice impactar con el maquillaje, vestuario, y demás, más bien poco, y es que aunque hay escenas para conseguirlo, no consiguen impresionar, se nota el “postizo”.

En resumen, una película de clase B, que se cuela bajo la secuela de Hostel, claramente lo más interesante de todo.

Que lástima me da que esta saga toque a su fín de esta manera, dándole carpetazo con esta tomadura de pelo. Y si digo que la saga acaba aquí, es porque esta tercera parte me lo ha dejado más que claro. Las dos primeras entregas de la saga Hostel son dos peliculones, imprescindibles en mi colección de favoritas, pero esta tercera parte que se han sacado de la manga sin más mancha y tira por los suelos todo el gran trabajo echo. Estoy siendo también un poquito exagerado, no estoy diciendo con esto que esta tercera parte sea de lo peor que se haya echo, pero es una broma para los fans de la saga, de los cuales yo me incluyo. El guión, muy flojito, tenian que haber viajado de nuevo a europa del este. Los actores, un chasco, sobre todo por Thomas Kretschmann y Kip Pardue, que los tenía por buenos actores, pero que han metido la pata haciendo acto de presencia en este telefilm baratucho. Las muertes, las más normalitas, nada fuera de lo normal, y los giros del argumento, de risa.
En conclusión, patética manera de darle carpetazo a la saga, y un muy feo gesto a los fans.

Después de dos partes más que satisfactorias (dentro del género terror-gore) y de haber logrado que Hostel II de ciertos giros novedosos respecto a la primera, tengo que decir que Hostel III se queda sólo en una secuela (en un título), y muy mala.
Scott Spiegel parece obsesionado con una cosa: que nada parezca lo que finalmente es. Esto, en dosis moderadas y en un buen film, es de agradecer. Pero cuando lo acompañamos de unas actuaciones pésimas, unas torturas nada creíbles, de un guión paupérrimo,... hacen que la película se convierta en una verdadera tortura, si se me permite el juego de palabras.
En definitiva, película pésima desde el principio hasta el final que, si admiten mi consejo, no merece su tiempo.
Saludos.

Cambio de director, cambio de torturas. HOSTEL III se aleja mucho de sus antecesoras en cuanto a este tema. Recuerdo aún las torturas de Hostel I, aquellas torturas que nunca se olvidan en las que se usaban todo tipo de herramientas (la más recordada, el soplete para la china).

Pues bien, si esperas ver más de lo mismo (torturas, sangre y gritos de dolor) no lo vas a conseguir viendo esta película. En su hora y veinte de duración solo encontraremos cinco torturas de un minuto cada una. El resto, paja y más paja.

En definitiva, HOSTEL III es una película floja que solo recomiendo ver si no teneis otra cosa mejor que hacer.