Las nueve vidas de Fritz el gato

Tras el revolucionario golpe de Frizt The Cat, ahora llega esta secuela que presenta más de los disparates de Fritz en forma de película antológica. Fritz ya es un gato casado con un hijo, pero claramente se muestra que sigue siendo el mismo gato irresponsable que solamente le interesa divertirse. La película logra mantener la personalidad de Fritz intacta y también el ritmo de la película anterior, pero el guion ya es un tema distinto. Al igual que la película anterior, la secuela también satiriza temas políticos y sociales, pero lo que ofrece es una colección de distintas historias plasmadas en un tono surrealista. La película es todo un viaje de LSD con estupendas secuencias animadas que la vuelven una experiencia visual. La misma película lo plantea al ver a Fritz bajo el efecto del cannabis y llega un punto en que uno se pregunta si todo lo que vemos son flashbacks de sus vidas anteriores, experiencias pasadas o alucinaciones de cosas irreales. En ese punto la película se siente demasiado irreal e inverosímil por no tener una trama lineal y presentarnos esas distintas historias como si fueran cortometrajes de los Looney Tunes. Solo se le puede acreditar la asombrosa animación y también la banda sonora que tiene un estilo de jazz. The Nine Lives Of Fritz The Cat es una placentera experiencia visual psicodélica, pero una película carente de coherencia que la vuelve inferior a su predecesora. Mi calificación final para esta película es un 7/10.