Gran Reserva (Serie de TV)

Una gran trama posee esta nueva serie de televisión española, entretenida, absorbente y convincente.
Aunque sin duda su mejor baza son las actuaciones de algunos de los actores que intervienen en ella, a destacar el trabajo de Emilio Gutiérrez Caba, Paula Echevarría y Tristán Ulloa, sin despreciar tampoco a Aitor Luna.
Una buenísima serie que me ha enganchado desde el primer capítulo, animensé a verla, no se arrepentirán.

Mi nota: 8.7

Creo que no ha valorado justamente esta serie, tiene una trama que engancha, muy bien ligado todo y no deja de sorprender a medida que transcurre la historia, cuando acaba un capítulo deseas ver el siguiente para seguir desvelando secretos y tramas nuevas.

Los actores son muy buenos, como decían anteriormente, sobre todo Emilio Gutiérrez Caba y Ana Risueño, Se la recomiendo a toda la gente a la que le guste las novelas de intriga, no decepcionará.

Tres décadas después ha regresado, con otro nombre y bajo una gruesa capa de maquillaje, el legendario culebrón norteamericano “Falcon Crest”. Ahora se llama “Gran reserva”, y TVE lo emitió como si fuera algo nuevo. Un estreno. Pero no se confundan: nada de gran reserva. Ni crianza ni cosechero. Se parece más a ese vinazo de pitarra, oxidado, cocido, picado y aguado que no sirve ni para vinagre. A mí me recuerda al calimocho, esa mezcla que dicen tiene mejor sabor cuanto peor es el vino que se mezcla con la cola.

El director de TVE ha calificado esta mediocridad como el «producto estrella» de la televisión pública. Estamos apañados. “Gran reserva” demuestra una patética ausencia de imaginación, una preocupante falta de ideas y talento, puesto que, sólo es una versión riojana de la serie sobre bodegueros californianos emitida en los ochenta. Cambie usted los viñedos del valle californiano de Tuscany por las cepas de Haro. Las variedades Cabernet Sauvignon y Chardonnay por nuestras Tempranillo y Garnacha. Los enfrentamientos entre los Channing y los Gioberti por las luchas entre los Cortázar y los Reverte. Ruede la pantomima en alta definición, quién sabe para qué, y ahí lo tiene “Gran reserva”, la gran apuesta de TVE.

No son originales ni siquiera copiando: hace diez años ETB emitió “El señorío de Larrea”, otro culebrón en este caso ambientado en los viñedos de la Rioja Alavesa. El director de TVE no está de acuerdo con los parecidos entre “Falcon Crest” y “Gran reserva”: “los vinos no tienen nada que ver, por lo cual ya es un buen punto de partida”, asegura sin ruborizarse. Para colmo de males se trata de un trabajo encargado por la televisión pública a una productora privada (Bambú Producciones) que esconde algo parecido a publicidad encubierta: hace solo unos meses Aránzazu Vallejo, consejera de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno de La Rioja, decía lo siguiente: “Gran reserva forma parte de las acciones de promoción turística de la región durante el próximo otoño, para reforzar el papel de La Rioja como destino único, singular y sorprendente… la propuesta es mucho más eficaz que un breve anuncio televisivo o una simple foto en una revista…”.

¿TVE había dejado de emitir publicidad? Lo que es seguro es que está dejando de producir televisión imaginativa y de calidad. En “Gran reserva” encontramos lenguaje vinícola, guiones repletos de tópicos culebroneros (maldad, pasión, enredo, infidelidad…), algunos actores magníficos en papeles de medio pelo, otros con una dicción nefasta, un sonido mediocre, un ritmo excelente, algunos planos cinematográficos… Y la sensación de que se trata del mismo viejo folletín de toda la vida rodado en innecesaria HD.

La television americana y la española se puede comparar perfectamente como el caviar y las patatas de fritanga. Te pones a ver alguna serie de renombre americano como pueden ser Los Soprano o Breaking bad. Bien, la estas disfrutando. Te gusta, te tiene que gustar. A todo el mundo le gusta, estan llamadas como dos de las mejores series de television jamas echas. Pero sin embargo pones todo el rato la hora calculando cuanto tiempo falta para el final del episodio. Porque una pequeña parte de ti quiere que se acabe. No vas a hablarle a nadie de esa pequeña parte. Pero esta ahí. Sin embargo, ves una serie de RTVE como es esta mediocridad que echan los lunes para pasar el rato. Te encuentras con el irresistible ámbito de la basura. Sobre actuaciones, guion que cojea, diálogos que chirrían... pero sin embargo estas viendo el reloj y ¡¡rezas por mas tiempo para poder seguir descubriendo mas cosas de la trama!! ¿como es posible que al ver breaking bad calcules deseando el fin y cuando ves Gran Reserva o Cuéntame reces por media hora mas? Quien sabe... parece ser que la televisión en España es una mezcla perfecta entre los culebrones diarios latinos y las prestigiosas series estadounidenses. No se lo diremos a nadie, pero sabemos que, en el fondo, no hay nada mejor que una mediocre serie española un lunes por la noche. Menciones especiales a Tristan Ulloa y Emilio Gutierrez Caba que sinceramente, lo clavan totalmente.

Si dejan de ver un capítulo de Gran Reserva pueden perderse un intento de asesinato, un giro inesperado en la trama, un flash back o visión de algún muerto, la nueva manipulación del patriarca Vicente Reverte, el nuevo secreto enterrado en las viñas, el repertorio de muecas ñoñas de la ¿actriz? Paula Echevarría y la solvencia de un reparto excelente (Armando del Río a la cabeza). Ya llevamos dos temporadas con la que sigue siendo (por méritos propios, pero también por falta de competencia) la mejor serie española de la televisión actual. Una especie de revisión del culebrón de toda la vida, pero con garantía de calidad (los de la serie dirían 'denominación de origen'). A ratos los trucos de guión dan risa, pero en general me encanta esa historia anacrónica de personajes que se odian y que pasan de un episodio al otro como las piezas de ajedrez en una partida constante. Gracias a La Uno por parir esta Dallas riojana tan entretenida.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities, http://cachecine.blogspot.com