El viejo que leía novelas de amor

Basada en la obra homónima de Luis Sepúlveda, "El viejo que leía novelas de amor" es un filme de selva, de las entrañas de la cultura sudamericana. Ella relata la historia común de muchos hombres y mujeres que a inicios del siglo XX, fueron seducidos por las promesas de un futuro próspero como colonos. Y es que en países como Colombia, Venezuela, Perú y Ecuador (en éste último donde se desarrolla la historia), la selva amazónica se convirtió en un tropiezo para las élites dirigentes que buscaban llegar al progreso y a la civilización. La selva fue entonces enemiga del proyecto nación y como tal debía ser derrotada.

Así, Antonio Bolívar representa los sueños de civilización dentro de la inmensa selva. Él junto a su esposa Dolores llegaron a ella, con promesas incumplidas por el Estado de turno, para transformarla a través de la técnica agropecuaria, pero sólo consiguieron muerte y soledad. Desde esta perspectiva el filme muestra la evolución interna de Antonio Bolívar, que tras la muerte de su esposa, encuentra en la inmensa selva y en las enseñanzas de sus nativos habitantes un modelo de vida que le ayuda a entablar una relación espiritual y de respeto con la naturaleza.

Que el ex-colono Bolívar sepa leer en medio de un ambiente agreste pero a la vez bucólico como la amazonia, y que sus lecturas se limiten a historias de amor, le otorgan una intensa carga de sensibilidad al filme. El dolor por la destrucción de la naturaleza virgen, los recuerdos de un amor frustrado por la severidad del trópico, los sueños olvidados por una selva que todo lo pudre, y las esperanzas de amar surgidas por páginas de novelas de amor, entre otros elementos de la vida de Antonio Bolívar, se encuentran brillantemente matizadas por la etapa a la que muy pocos desean llegar, la vejez.

El filme se encuentra narrado de excelente forma. La lectura de cada capítulo de la misma novela da inicio a las secuencias del filme, lo que convierte la cinta en una de las mejores adaptaciones literarias llevadas a la gran pantalla.

Dreyfuss y Hugo Weaving una vez más corresponden de gran forma con las exigencias de sus personajes y la escenografía de la selva amazónica está bellamente construida. No obstante, algunos detalles como nombres de oficinas y dependencias en inglés en medio de la selva ecuatoriana resultan impertinentes.

Conmovedora y dramática historia, (basada en la novela del escritor chileno Luis Sepúlveda) sobre Antonio José Bolívar, colono de un pueblo remoto en la selva amazónica, habitado por colonos y región de los indios Shuar, llamados también Jibaros, con los que aprendió a conocer las leyes de Selva. Gracias a que sabia leer y lo disfrutaba, leía novelas de amor, pues era lo único que tenía a su alcance. Magníficamente llevada al cine.
La selva tropical con sus elementos propios, como sus paisajes y animales; y los extraños, como los colonos y los turistas, sirven de marco para esta historia que, sin ser una historia de amor, ocupa un lugar importante. Una crítica a la irresponsabilidad de los turistas y colonos que no respetan las leyes de la selva.
Buena fotografía y banda sonora. Excelentes actuaciones y dirección. No se te olvidará fácilmente.
Muy recomendable.

Soy cinéfilo y escritor de novelas, las cuales muestran una cierta influencia cinematográfica. Filmaffinitty es un punto de referencia para todo aficionado al cine, que desea saber si una película merece o no la pena, a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena a mala, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: MUY BUENA.
He aquí una de esas magníficas películas cuya nota merece subir en esta insigne página. La película de Rolf de Heer es una sinfonía a la vida en todas sus escalas, cuyo arpegio toca a las mil maravillas Richard Dreyfuss componiendo un entrañable retrato. Este es cine con mayúsculas que sabe acariciar la fibra del espectador sensible, del buen catador de historias. La presente habla del hombre y la naturaleza, de la vida y la muerte, del miedo, de los códigos de honor que rigen las conductas, de la moral y la inmoralidad, de la búsqueda humana del amor, y sobre todo, del poder de las palabras. No se la pierda.