Atrapada en el engaño (TV)

Con lo que he escrito en el título creo que ya lo he dicho todo. Otra tópica historia de una chica super mona que aparentemente tiene una vida de éxito pero que esconde un pasado turbio que le persigue, cómo no, en forma de ex-marido cabronazo y misteriosas amenazas. Nada del otro jueves, con sus tópicos y giros mil veces vistos y poco más. Flojilla, pero le doy una estrellita de más por un detalle que a mí por lo menos me ha parecido novedoso (spoiler1).

PD: esta película tiene varias de las escenas de tiroteo elaboradas con más desgana que he visto nunca (spoiler2).

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Mena Suvari, cubierta de pétalos de rosas en la inolvidable “American Beauty”, donde enamoriscaba a un maduro con tintes bobalicones encarnado por Kevin Spacey, se nos convierte en “Atrapada en el engaño” “(No surrender)” en una mujer sofisticada y atractiva que se ha granjeado un glorioso porvenir como escritora columnista a base de recetas milagrosas para vivir sin miedo y sin la onerosa sensación de la soledad como aliada con contrato perpetuo.

En uno de sus proclamados discursos ante las masas entregadas conocerá a una admiradora secreta, que siempre firma sus emotivas misivas, de pura tribulación y angustia, bajo el alias “avergonzada”.

Admiradora y escritora-terapeuta-conductista forjarán una sólida amistad casi de cuento de hadas, pero el ex-marido de Amelia Davis (Mena Suvari), nuestra contemporánea heroína y paladín del movimiento femenino para retomar el control de sus azarosas vidas, acaba de salir del talego en libertad condicional, arrastrando un pasado mancillado por la violencia de género y su predisposición a subsanarlo todo a base de zurras y mucha trapisonda.

El violento Darryl (Marizio Terrazzano) comienza a coaccionar a su flamante ex-mujer y trata de aparecer en los medios como poco menos que un angelito redimido. En esto, Amelia tiene tiempo para trabar amistad y algo más con un guapo arquitecto italiano, Carlo Rossi. Parece su príncipe azul, pero Amelia sufre una agresión en su domicilio y el príncipe no tarda en caer de su castillo de oro.

El hecho no tiene gran trascendencia en cuanto al interés de la película, que es prácticamente nulo.

Si la reputación del conquistador italiano ya estaba por las alcantarillas, poco ayuda que lo sorprenda Amelia en compañía de su ex, el perdonavidas Darryl. El arquitecto, además, “esconde bajo la manga” secretos que le vinculan con la extorsión y el fraude, amén de un cambio de identidad que lo convierte de Carlo Mancini a Carlo Rossi.

Lo más impactante de la película, y no es gran cosa, deviene con el desenmascaramiento de “avergonzada”, la amiga ideal que resulta acreedora de una naturaleza mucho más vil y lunática de lo que nos cuenta su carita de ninfa de los bosques, cándida y digna de confianza.

Darryl acaba con un tiro entre ceja y ceja, y “avergonzada” confesando que más que amistad y orgullo siente por Amelia Davis una animadversión deforme y pútrida.

Es poco sorpresiva la mitosis que convierte a la amiga de confidencias en sicópata fuera de control.

Los primeros fotogramas de “Atrapada en el engaño” muestran a una “avergonzada” bastante pacata y medrosa, pero al final de la cinta, como adivinarán la mayoría, aquello no era sino una careta de mentiras y fingimiento.

VÍCTOR VIRGÓS. ESCRITOR. WWW.EL-HOTEL-DE-LAS-ALMAS-PERDIDAS.BLOGSPOT.COM

Terminando de ver “No Surrender” (2011) de Tristan Dubois con Mena Suvari, Stephanie Bauder, Serge Houde, Joseph Mesiano, Maurizio Terrazzano, Danette Mackay, Marc Trottier, entre otros. Drama de suspense sobre una consejera y motivadora que es acosada primero por su ex esposo, luego por un amante, y finalmente por… un giro de la trama que es lo más interesante de esta propuesta hecha para la TV ¿Quién está detrás de la extraña serie de ataques? Este no es el típico filme misterio de un acosador, en realidad, está lleno de sorpresas y giros, pero montado sin ningún tipo de ambición, más allá de mostrar la persecución que se hace a la mujer, desde todos los frentes posibles, incluido en el competitivo mundo laboral y del mismo género. La dirección de Tristan Dubois es bastante correcta en ambientar un clima tenso, donde nada es lo que parece; y le da a la audiencia un cuento de múltiples capas de acoso y venganza retorcida llena de violencia. Por ello, Dubois hace un trabajo excepcional con el ritmo, reduciéndolo para las escenas más dramáticas, y acelerándolo al máximo para generar emoción. Del reparto, la actuación está por encima del promedio, aunque el mejor personaje es Carlo Rossi, interpretado brillantemente por Joseph Mesiano, ya que logra obtener una personalidad morbosa, suave, sexy, intrigante, engreída y jovial de la manera correcta, ya que nunca estás muy seguro de él y de sus motivos; lástima el personaje de mi amigo Marc Trottier, que no está completamente desarrollado, siendo la clave de todo el filme; mientras que Suvari está algo sobreactuada, y Bauder está muy evidente en sus maquinaciones. En definitiva, aprecio que aquí trataran de crear conciencia, y un sentido de supervivencia para el abuso doméstico, siendo agradable ver que retrataran el hecho de que las mujeres también abusan de los hombres, pero debieron haberlo hecho mejor; en contra me parecieron malas las actuaciones en general; en una trama muy difícil de creer, el diálogo absurdo, con desarrollo rápido, y el característico cliché del psicópata resuelto a último minuto. Pero es una película de televisión, así que es no se puede esperar mucho, y lo que hay, pues se agradece. “¡No te rindas!”
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
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