"Mulholland Drive" es cualquier carretera secundaria, otra carretera perdida, cualquiera de la zona de Hollywood, crimen, accidente, desorientación... alguien falta, horribles sensaciones transmitidas por Lynch, inconecto, sueño o realidad, extraños personajes y escenarios ilógicos, llamadas en cadena y la vitalidad e ilusión que irumpen con el brillante rostro de Watts, que gran actriz, hermosa, placentera, deseosa, iluminada, agradecida, prepara el terreno para el choque de inquilinas y de la industria del cine, como siempre, Lynch crea una película para mentes abiertas.

Una intriga sobre inflexibles y maniáticos, densa, de magnates y artistas, irreal e increíble, pero sumergida en un proceso de amnesia, no sé quién soy... un difícil equilibrio siniestro con humor y recuerdos, de otro mundo o del mundo de Hollywood, las actitudes pasan por un punto muerto muy amplio, pero llegan a una convergencia merecida, un apartamento a oscuras, una compleja mezcla de sentimientos y experiencias que va uniendo elementos hasta llegar a la cerradura, movimientos espacio-temporales, personajes suplantados, thriller moldeable hasta tal punto que debes olvidar las caras, pensar en personajes, recuerdos fallidos y atajos, no cierra el ciclo, no es una circunferencia, son espirales mentales sobre celos y deseos.