Ridley Scott acertó de lleno en 1979 en su película 'Alien', al mezclar por primera vez ciencia-ficción (un género que hasta ese tiempo solo había sabido moverse por los terrenos de la Serie B, hasta las grandiosas reivindicaciones de Kubrick con '2001: Odisea en el espacio' y Lucas con su revolucionaria saga de 'Star Wars') con terror, fusionándolos de tal manera y forma que todos los cinéfilos que hemos tenido la suerte de contemplarla nos hemos dado cuenta de la enorme perfección que atesora. Tras el éxito, la esperada continuación llegó de la mano de James Cameron siete años después. Cameron sigue haciendo gala de su fama de director comercial y mezcla aquí de nuevo ciencia-ficción y terror, ampliado esta vez con dosis de acción y mucho más suspense. 'Aliens, el regreso' supone una más que satisfactoria secuela que dudo mucho que pueda defraudar al que disfrutó con su predecesora, llegando a ser en algunos momentos incluso superior. En las dos partes del film, la primera que cuenta la llegada al planeta por parte de los marines dura aproximadamente 100 minutos y resulta más que sobrealargada, con un ritmo lento y plano y en ocasiones llega a hacerse aburrida. Sin embargo, es en los últimos 50 minutos donde Cameron saca toda la vena cinematográfica que lleva dentro y nos regala todo un maravilloso espectáculo de acción, repleto de claustrofobia hasta el final y donde el suspense se mide por toneladas, creando así uno de los momentos del cine más sobrecogedores y mejor rodados de todo el cine.

En lo referente a las interpretaciones, una gran Sigourney Weaver repite el personaje que la lanzó a la fama varios años tras de manera estupenda, creíble y con un mayor despliegue físico por su parte. El resto de secundarios cumple de forma pasable, destacando entre ellos a dos habituales del director: Lance Henriksen, Bill Paxton y Michael Biehn. En cuanto a los efectos especiales, en esta secuela mejoran bastante respecto a los de la primera parte, dejando atrás el disfraz de extraterrestre y utilizando unos novedosos efectos especiales fabricados por ordenador, nada anticuados a día de hoy y perfectamente novedosos aún.

En resumen, una notable secuela de ese enorme clásico que es 'Alien, el octavo pasajero', que combina de nuevo ciencia-ficción y terror y le añade dosis de acción y toneladas de suspense, que debido a una primera parte excesivamente lenta y aburrida no consigue que el espectáculo se disfrute tanto como en sus últimos 50 minutos (claro está que me refiero concretamente a la versión extendida, que es la que yo he visto), de lo mejor que nos ha regalado el cine y perfectamente llevados con pulso maestro por parte de Cameron. Supuso además el regreso del personaje extraterrestre más carismático, malvado y sanguinario de toda la galaxia que a día de hoy y por los siglos de los siglos seguirá recibiendo su más que merecido culto colectivo. Por mi parte al menos siempre lo tendrá.

(Finalizo mi crítica en el spoiler)