Tengo la sensación de que me han intentado contar una historia de la que no está convencido ni el director. Intenta ser lacrimosa, pero lo único que ha conseguido es arrancarme un par de bostezos tardíos cuando se me ha empezado a hacer larga.
En una de las críticas la llaman maniquea, comparto el adjetivo. El anarquista buenísimo, el amor inquebrantable...no mire.
Es una película cuya historia daría para algo mejor pero al intentar moverte los sentimientos a la fuerza a poco que te resistas se te van las ganas.
Le sobra metraje, de eso no me cabe duda, pues uno sabe lo que va a pasar desde muy pronto además de que se hace cansina tanta espera y tanto drama.
Ni siquiera la escenografía resulta creíble porque se ven cosas del Madrid moderno que uno sabe que no estaban en esa época o el final donde se ven las puertas de cierto edificio y son las actuales.
El canto al amor en frase final que dice Irene Visedo no es creíble y sólo ayuda a moverte a la desgana hacia la política.
En fin, que la he terminado de ver porque no me gusta dejar cosas a medias