Haz click aquí para copiar la URL
Voto de travis braddock:
8
Serie de TV. Drama. Thriller Serie de TV (2013-2018). 6 temporadas. 73 episodios. El implacable y manipulador congresista Francis Underwood (Kevin Spacey), con la complicidad de su calculadora mujer (Robin Wright), maneja con gran destreza los hilos de poder en Washington. Su intención es ocupar la Secretaría de Estado del nuevo gobierno. Sabe muy bien que los medios de comunicación son vitales para conseguir su propósito, por lo que decide convertirse en la ... [+]
2 de octubre de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se sabe que un relato funciona cuando el autor consigue ponerte de parte del protagonista, por malvado y odiable que sea, algo que se consigue de pleno en esta serie. Kevin Spacey demuestra que los personajes hijoputescos son su punto fuerte y su Frank Underwood nos devuelve a sus días de gloria en los 90, donde vimos su capacidad de dar vida a gente poco recomendable en películas como “Sospechosos habituales”, “American beauty” o “Seven”.

Seven” fue el primer gran éxito de David Fincher, que aquí es uno de los productores de la serie, además de director de los dos primeros episodios. Y el Frank Underwood de Spacey no está lejos de aquel psicópata que asesinaba en función de los pecados capitales, queriéndonos transmitir que los demás son peores y que él está haciendo lo correcto. En este sentido, resultan impagables los monólogos a cámara de Spacey, como los apartes de una obra de teatro clásico, donde el protagonista hace un alto y nos transmite sus pensamientos durante una escena antes de seguir con la acción. Unos apartes cargados de mala leche.

Pero si Spacey está magnífico como ese congresista ambicioso, no menos destacable está Robin Wright (ya sin el apellido Penn que la ha acompañado durante años, tras su divorcio de Sean Penn, a la sombra del que estuvo durante años y que hizo que siempre haya sido una actriz infravalorada) como su mujer. Ella es una dama de apariencia afable que esconde a una arpía calculadora, aún más nociva si cabe que su marido. Una mujer que no necesita cambiar la expresión de su rostro para hacer las mayores jugarretas a quienes se ponen en su contra, una mujer que comparte confidencias al final del día con su marido y que insiste en el papel que ambos tienen como equipo para lograr sus objetivos. Una relación donde el amor es el interés común para el desarrollo de cada uno, como sería deseable en cualquier pareja, aunque en el caso de ellos no deja de tener un cierto componente de extraña relación comercial. Los dos saben de lo que es capaz el otro y que podría destruirles si se lo propusiera, pero aún teniendo clara esa idea se quieren mutuamente. Una de las parejas más interesantes que ha dado la ficción reciente.

Spacey y Wright brillan y lo hacen también gracias a unos estupendos guiones que hablan sin tapujos de las intrigas que se cuecen en palacio, aquí las cámaras de representantes y la Casa Blanca, intrigas desconocidas para la mayor parte de la población y a veces necesarias para sacar adelante diversas actuaciones. Así vemos a congresistas cuyo voto varía en función de la recompensa que obtengan, a empresarios que colaboran con el poder para obtener un trato de favor, a filtraciones interesadas a la prensa para presionar o derribar a rivales y la incapacidad de los medios de comunicación para llegar más allá de la punta del iceberg, de su imposibilidad de desvelar todo lo que está sucediendo. Un panorama de ambigüedad moral en el que Frank Underwood se mueve como pez en el agua. Todo ello para una serie muy recomendable para aquellos que estén interesados en las entrañas del mundo político y en el análisis de unas personalidades tan corrompidas como fascinantes.
travis braddock
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow