"Warrior" mezcla el deporte con el cine, se hace nostálgica, personas con las manos vacías sometidas a cambios, la soledad y otros golpes, un relato familiar por encima del gym, escenas reales y el paralelismo de los hermanos hasta la final, mensaje sobre la seguridad social, más que hablar de la violencia habla de la vergüenza, ganarse la vida a golpes dentro y fuera del ring es decir que está construida a base de tópicos y lo está, las relaciones con el padre y el resto del drama sólo podrían haber sido superados en topicazos si hubiera sido profesor de filosofía en vez de física, destacar ese modo de entrenar sin poder intimidar, el dinero, el récord, necesitar ayuda, darla, una confrontación bien montada que se hace mejor guiada al desconocer el pasado y meter Irak de fondo.

En el hexágono apenas hay sangre, hay lazos de sangre, el perdón y la confianza se mezclan con las oportunidades y las curiosidades en el deporte, salir de la nada seguro que no es tan fácil, pero sabe dibujar al padre en apuros con la rubia pendiente y al héroe de guerra, sabe montar un drama apetitoso porque sabe dibujar los momentos personales.

Una separación que genera la chispa, el hombre misterioso que rompe las reglas, pasa del espectáculo, apellidos a prueba de Google, no hay casi rastro de representantes ni del negocio lo que da mucha sensación de torneo de barrio por más que pongan imágenes de Atlantic City, ahora sí, fue muy difícil adaptarse porque "Warrior" asfixia, promueve resistir en cada asalto, representa el espíritu de un deporte líder que merecía una película seria, marca el ritmo y se mueve intercambiando golpes dentro y fuera, encuentra la esencia de las artes marciales mixtas entre llaves y tijeras.

Una lección de mantener la compostura, de saber esperar, el papelazo del padre: "A tí y a tu hermano, mis dos muchachos", tengo la sensación de que se pulsan teclas hasta que activan la bomba, porque la historia de Mad Dog es mediocre, pero Tommy se marchó como si dejara atrás la escena de un crimen... hay mucho detrás de cada capítulo, se sabe mantener en pie sin ser sangrienta, expulsa cualquier crítica negativa contra el alambrado, una casa en juego, las llaves son el buen cine, la generosidad con que se cuenta sin engaños, la necesidad y el dilema de cada uno en la final, actitudes reflejadas en el escenario, una expectación de la sorpresa del año, puede que ya lo haya visto incluso entre Bart y Lisa jugando al hockey, puede que sea una película sobre deporte que se sepa llevar al cine para que se llame película, para poder verla, para hacer una última llave, para pelear con el hombre dislocado, para rendirte cuando te dicen que te quieren, para ver reflejado lo que ocurre entre hermanos, sobre todo si te toca cerca.