Los primeros seres con poderes se dan cuenta que no son únicos, se ayudan en diferentes contextos, intenta ser trágica, consigue imprimir algo de ira y dolor, pero no agrede al espectador, no estimula esa necesidad del dominio mutante, es más una película de convivencia e investigación con un transfondo revolucionario, porque la venganza nunca llega a ser impecable en su desarrollo.

La historia política tampco vale la pena comentar..., esta parte de X-Men sólo es una exhibición de los primeros trucos de magia que vieron en la CIA, la aparición del cerebro para reclutar seres genéticamente alterados, los que presumen y los que se esconden, hay algo de acertado, pero todo es demasiado pop, peor son los discursos patrióticos, los mismos que en toda la saga, pero tampoco valen la pena comentar...

Lo cierto es que son críos con diferente personalidad envueltos en una misión mediocre, la amenaza de una tercera guerra mundial debería generar más espectativas, la motivación de sus personajes es nula, pero el espectáculo es incuestionable, abre el dilema de la saga de vivir como esclavos o reinar, y es entretenida, al estilo de toda la saga, puede caer en lo excesivo, pero encuentra vitalidad en ambos bandos, define bien a los verdaderos enemigos.