Soy Leonardo DiCaprio y me estoy aclarando la garganta.
Me dispongo a hacer la presentación de mi nuevo barco, el Titanic II. Me observan con una despreocupada sonrisa todos y cada uno de los pasajeros del gigantesco buque: mi exnovia, una amiga de mi exnovia, el capitán, el oficial de a bordo, cuatro fulanas, una anciana, un gordo nervioso, y un tipo que saluda a la gente por babor y estribor al mismo tiempo. La cara de éste último me resulta muy familiar. Me dirijo hacia él:

-Oye, tú no deberías estar aquí, que te acabo de ver morir en un iceberg gigante que se resquebrajó con el lápiz del paint, a min non me hodas.
-Ya, ya lo sé, pero me dijeron que aquí estaban escasos de extras.
-Ah vale, pues bienvenido al Titanic II, que vamos a hacer historia.

Ya te digo si hicimos historia.

(FALTA ESCENA)

Los tsunamis lanzan icebergs por los aires, arrasan con los aviones y el Titanic II se hunde, primero por la proa, luego por la popa y luego por la proa otra vez. En cualquier caso, el agua ya ha anegado totalmente la sala de máquinas del barco. Da igual, voy a ir hasta allí a salvar a toda la gente que pueda, porque soy un héroe. Las mujeres y las exnovias primero.

¡CUIDADO, AQUÍ HAY UN ASPERSOR!

Y aquí hay un hacha, me será útil para abrir puertas con mi fuerza sobrehumana.
Romperé el cristal de seguridad a cabezazos.

(FALTA ESCENA)

Joder, cómo pesa este hacha... y eso que voy al Florida Gym.

¡CUIDADO, UN CABLE QUE ECHA CHISPAS!

Hay que trepar...
yo panso que me canso,

Ni Florida Gym ni hostias. Mejor vamos en ascensor, que yo estoy haciendo demasiado esfuerzo físico. Pulsa el botón del octavo piso a ver si nos salvamos. ¿No? ¿No funciona? Habrá que sacrificar a otra persona inocente entonces. Soy el más crack, soy el más musculoso y arraso por donde paso.

Eh usted, ¡he venido a salvarlo! ¿¿Por qué huye??
¡Soy un héroe!

(FALTA ESCENA)

Mi suegro empezó la película con la cara morada de tanto pelear contra los efectos especiales del Asylum... ¿o era del Arcanoid? Es igual, ahora se está poniendo verde del mareo, pero aún así viene a salvarnos, con dos cojones.

¡SÁLVANOS DE UNA MUERTE POR DESCOJONE, POR FAVOR!

Gracias, esa estuvo cerca.