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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
7
Drama Oskar Schell, un niño precoz de once años, es inventor, diseñador de joyas, astrofísico y pacifista. Tras la muerte de su padre en los atentados del 11 de septiembre de 2001, Oskar encuentra un misterioso sobre con una llave y se lanza a la búsqueda de la cerradura que esa llave puede abrir. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2012
53 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
No nos debería sorprender que Tan fuerte, tan cerca sea una película de Stephen Daldry. Me parece una obra de autor, y como tal muy coherente con todas las constantes de las anteriores películas del británico. Efectivamente estamos ante un film que puede recibir los peores calificativos (véase: sensiblero, manipulador, falso, inverosímil), pero también pueden ponerse en duda muchas de las bondades atribuidas a las tramas igual de discutibles (e igual de efectivas) de Billy Elliot o The Reader. A Daldry le interesa indagar en las consecuencias que hechos pasados tienen en el futuro, entendiendo que el tiempo y la infancia son armas de doble filo que curten y marcan al individuo. La resolución de una huelga afecta a miles de trabajadores, y de paso pone en peligro la vocación de un niño prodigio. La figura de la madre tiene un peso decisivo en los seres de Las horas. La evocación de un amor adolescente marcará la existencia de un abogado. Y si el chico de The Reader accedía a una historia personal (sus encuentros sexuales con Hanna) y colectiva (el dolor de las víctimas de una gran guerra), el niño de Tan fuerte, tan cerca pasea una llave que abre la cerradura de toda una ciudad (un Nueva York de luto) y la de su propia casa (la pérdida del padre, el distanciamiento con la madre, la relación de amistad con la abuela y el descubrimiento de un abuelo contextualizan la expedición del personaje). En resumidas cuentas: hay ñoñería, pero también mucho más.

Tan fuerte, tan cerca es un blanco fácil para la crítica por su contexto. El 11-S es un capítulo que forma parte de nuestra historia, nos resulta cercano y reconocible. El espectador puede poner en duda aquello que conoce, no episodios históricos ajenos en lo geográfico y lejos en el tiempo. Tan fuerte, tan cerca no es ni mucho menos la película definitiva del 11-S, y pese a sus esfuerzos puede considerarse sin demasiada discusión la peor obra de Stephen Daldry. Molesta, incluso puede llegar a enervar, que el niño protagonista sea 'tan bueno', 'tan listo' y 'tan tenaz' en su aventura. Igualmente puede discutirse la ristra de lágrimas y frases como 'I love you' o 'I'm sorry'. Y aún así Tan fuerte, tan cerca funciona por sus actores (todos, absolutamente todos), por una factura visual que engancha y por crear un personaje icónico ('The Renter', Max von Sydow o el anciano mudo con un 'Yes' y un 'No' tatuados en las palmas de sus manos).

Veredicto: una película con una buena premisa, bien ejecutada y con un guión al que se le pueden perdonar ciertas licencias de telefilm lacrimógeno. Ya vaticino que será endiosada injustamente por muchos y despedazada gratuitamente por otros. Una crítica que dilapida radicalmente un film o lo eleva a las puertas del cielo no es ni informativa ni educativa. No les pido que sean benévolos con el film, pero sí que lo vean con perspectiva. Me mojo: me gusta, no al completo pero sí en gran parte.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities
Xavier Vidal
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