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Voto de Chagolate con churros:
8
Intriga Durante la Segunda Guerra Mundial, ocho supervivientes de un barco que ha sido torpedeado comparten un bote salvavidas. También recogerán a un nazi que está a punto de ahogarse, lo que provocará diversas tensiones entre los tripulantes.
28 de abril de 2008
38 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y no les quito razón porque “Náufragos” es una de esas joyas escondidas de Hitch y aunque su final no me gusta, las cualidades que posee la convierten en una delicia.

La principal cualidad que tiene “Náufragos” se llama Tallulah Bankhead. Se abre el telón y allí aparece la diva del mar: esplendorosa. John Hodiak entra al bote y le dice:
-Cualquiera diría que se barco acaba de hundirse.
A lo que ella le responde:
-Pues yo me siento como una tabla a la deriva (¡se le había corrido la media!).

Ya sabemos quien es el patrón del barco. Ahora faltan los marineros:
1) El dry Martín lo pone el barman: “Tizón Joe el camarero”. También nos amenizará estos días de naufragio con veladas de música. No admite competencia y sólo él pondrá la música a esta travesía.
2) El animador del barco baila el boggie durante infinitas horas. Tanto meneo le pasa factura y las piernas se le resienten. Por el final del acto toma de nuevo protagonismo, pero la culpa no es de otro que del enemigo.
3) El enemigo habla con acento extranjero. Fuerte como una mula, listo como un zorro, sabueso como un perro. Tanto zoológico a cuestas para que al final una jauría de alimañas decidan su futuro. El enemigo juega con sus oponentes a un juego psicológico de los buenos. ¡Qué va! El que juega con nosotros es el inglés regordete… como siempre.
4) Varios de los mejores amigos del capitán del barco son mujeres. ¡Vaya que cosas! Una es la enfermera. Estas siempre acaban casadas. ¡Ya verás!
5) El sabio Hitch se las sabe todas. Una balsa en medio del mar. Un anuncio en el periódico. ¡Aja! …se las sabe todas.
6) El hombre anuncio. ¿Para que tantos corazones? En el pecho yo sólo tengo uno y me ha sobrado para complicarme la vida. Este tipo seguro que complicará más de una vida dentro de un bote a la deriva. Fuego a estribor… ¡qué no! Es el hombre anuncio y sus decenas de corazones.
7) El millonario. Lo que no se consigue con el corazón ya se conseguirá con un millón (si son euros mucho mejor que el dólar esta de capa caída). Seguro que una pulsera de diamantes atrae hasta los pescados más huidizos. ¡Ya verás!
8) Familias felices. A Hitch no le gustan las familias felices. Si no me crees, pregúntale a Norman Bates. Ser feliz es aburrido en el histriónico mundo de Alfred.
9) ¡A la guerra! Qué lástima que todos queramos ser patriotas. Tanto patriotismo no cabe en un solo bote.

La patrona es políglota, por eso tiene tantos buenos amigos. Los míos… los míos saben un montón de cine.
Chagolate con churros
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