Tadeo, el explorador perdido 2: El secreto del Rey Midas

He podido acudir al preestreno de la película. La verdad es que me ha sorprendido gratamente. Esta segunda parte sigue con la impoluta factura técnica de su predecesora, aunque con golpes de humor mucho más acertados; tanto niños como adultos han estallado en carcajadas varias veces. Y todo un mérito levantar un proyecto así en España.

¡Recomendada!

Aunque la primera parte no me terminara de convencer en varios aspectos y fuera al cine esperando un contenido tirando a facilón, me ha sorprendido gratamente encontrar un arco argumental que podría, con pocos arreglos, haber sido una historia de nuestro querido Indy. Un antagonista muy interesante (y que no deja de recordarme a Liam Neeson), del que apenas sabemos nada pero que se muestra implacable, competente y con un trasfondo que deja con ganas de más (¿cómo sabía él lo de Midas? ¿Qué aventuras pasó para obtener su pieza del rompecabezas?).

Se agradecen un montón de hilos culturales del que la chavalería (y no tanta chavalería) puede ir tirando (Baal, Apolo, La Alhambra...), aunque sea para solo desmadejar una falta de relación absoluta en la realidad.

Cuenta con ritmo frenético que no decae, que desde el minuto cero te mantiene hipnotizado por la pantalla. A ello ayuda además una factura técnica que es todo un paso adelante al avance que ya vimos en «Atrapa la bandera». El aparato sonoro, potente e impecable.

Por poner alguna pega, en alguna ocasión las situaciones cómicas me han parecido muy infantiles, pero por motivos evidentes supongo que es más que buscado. También resulta evidente (pese a un doblaje muy correcto) que viéndola en inglés la animación (espectacular en muchas escenas, tanto de acción como expresivas) encajaría mucho mejor a nivel de sincronización labial.

En definitiva, cuando sales de la sala con la sensación de que podrías seguir en ese universo un par de horitas más sin problemas, es que algo han hecho muy bien. Espero que una tercera parte me conceda ese deseo.

Puede que a los niños les guste y emocione.
El comienzo parece prometedor, pero poco a poco la historia se desinfla y toda la gracia recae en la momia y el típico tópico del andaluz gracioso y por lo que comprobamos, miope.
Sopor.