Haz click aquí para copiar la URL

The Master

Drama Drama sobre la Iglesia de la Cienciología. Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), un intelectual brillante y de fuertes convicciones, crea una organización religiosa que empieza a hacerse popular en Estados Unidos hacia 1952. Freddie Quell (Joaquin Phoenix), un joven vagabundo, se convierte en su mano derecha. Sin embargo, cuando la secta triunfa y consigue atraer a numerosos y fervientes seguidores, a Freddie le surgirán dudas. (FILMAFFINITY) [+]
<< 1 30 40 41 42 43 >>
Críticas 215
Críticas ordenadas por utilidad
15 de mayo de 2013
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un fraude y también un tostón.
Hacer una película sobre la Iglesia de la Cienciología y dejarla en esto, tras más de dos horas y cuarto ¿esto? Yo creo que Paul Thomas Anderson está en la misma nómina que Tom Cruise y Travolta y de ahí este gatillazo de película.
¿Que Joaquin Phoenix está bien en su papel de alcohólico? ¿Pero acaso es ésta una película sobre alcohólicos? ¿Entonces qué pinta Ron Hubbard en la historia? Porque el otro protagonista es Ron Hubbard, el fundador de esta religión (por llamarle algo). Y después de aguantar las dos horas largas ¿sabes más acerca de la historia de Hubbard y su religión? Pues más bien poco o nada, que es justo lo que les interesa a los partidarios y seguidores de Hubbard, por eso digo que el director de este bodrio está remando a favor de la cienciología.

Se ha desaprovechado una magnífica oportunidad (buenos actores, afamado director, presupuesto amplio) de desarrollar una película sobre este tema. Y ello no es una casualidad sino una prueba del poder económico de los cienciólogos, cuyos tentáculos han dominado la elaboración y producción de este filme.

Los críticos, muchas de las críticas leídas..., basura propagandista pro-cienciología.

Acabo como empecé. Esta castaña es además una estafa en toda regla.
zaporowsky
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de enero de 2013
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cienciología aparte, Anderson vuelve con las pilas cargadas con una película cuyo adjetivo inevitable es "épico". La historia, que atrapa en todo momento, refleja un guión sin fisuras pero a la vez sin la habitual mala leche enfermiza, pero las interpretaciones, en especial la de Phoenix son deslumbrantes como pocas, y los recursos técnicos y de estilo hacen de "The Master" la película de inevitable y obligatorio visionado del año.
No hay una sola pega que se me ocurra para una película que encaja extrañamente a la perfección en la filmografía del talentosísimo y brillante director, que aquí ejecuta batuta en mano, una compleja sinfonía que podía hacer aguas por mil sitios y al contrario se va reforzando minuto a minuto.
Lo mejor: El reparto en conjunto es absolutamente PERFECTO. Phoenix, Adams y Dern, como de otro mundo.
Lo peor: El inevitable tufo a comedieta que el término "cienciología" ya conlleva de por sí y del que repito, no hay atisbo ni un segundo.
Junto con Amor, mi película seria preferida del 2012. Sí, ya saben que además me va el rollo peli cutre más que a los chotos la leche.
javieritos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de enero de 2015
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por no escribir demasiado y definirla en una sola palabra: infame. Como bien dice la RAE "muy mala y vil en su especie". Aburrida de principio a fin, con una historia bastante absurda y demencial.
Viyu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de abril de 2017
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrevaloradísimo director y guionista. Un portento a lo hora de encajar música e imágenes con peor gusto.
Ni un sordo lo haría peor.
Tendría sentido del ritmo visual, cosa que éste niño mimado de la crítica y pretencioso creador de imágenes no tiene.
No sabe dirigir actores:
Joaquin Phoenix está sobreactuado y aunque sea un gran actor, tiene tendencia a la sobre actuación.
Para eso está el director.
Como veis no le tengo excesiva simpatía a este megalómano de rango superior.
Aún así, recomiendo la historia por tratar el tema de la secta de tantos megalómanos actuales.
Llámese Tom Cruise o Mel Gibson, solo por citar 2 destacados come ollas de este arte.
Por seguir contratacando decir que el tratamiento del color es naíf.
Los abusos de planos cenitales gratuitos y movimientos pedantes de cámara son una constante en su trayectoria. Le va la pompa y el jabón, vaya.
Me reitero en el interés de el tema que trata pero no como lo trata.
En fin vean, opinen y sobre todo gocen...
Zappianin
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de enero de 2013
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas con “recao” ya no son privativas del Indi. P. Thomas Anderson ha sido saludado por cierta crítica como el discípulo más aventajado del Maestro Kubrick. Bien, en gran parte de la imagen, la estructura, las músicas etc., puede. Pero para mí no tanto.
The Master es un artefacto lumínico e hipnótico a partes iguales. Y a la vez es a mi parecer deliberadamente confuso y obsesivo. Las secuencias y los planos secuencia son tan importantes como el guión en si mismo. Anderson juega con la luz y el color y la cámara tanto como con los protagonistas. Un tanto sobreactuado Joaquín Phoenix, enorme Hoffman y casi sublime Amy Adams en un papel de esposa mormona en la superficie y maquiavélica en el fondo.
El resumen es hasta cierto punto fácil. Anderson juega con el desbarajuste de la clásica estructura narrativa. El itere de proposición, nudo y desenlace es desestructurado hasta límites que se condensan en un final no solo confuso y cerrado, sino decapitado en aras de negar una especie de cierre categorial, tan del gusto de Nolan y otros. Anderson lo hace de una forma brillante, dejando al espectador, no que acierte, sino algo mucho más bonito y a la vez perverso, pero difícil de entender. Nos pone ante nuestra propia decisión, y esta vez y en eso si es kubrickiano, ante nuestra propia responsabilidad filosófica. Podríamos decir que el montaje es el hecho narrativo.
Y ahora vamos a meollo. Cienciología?, me da igual. “La causa” (así llamada la secta en la película), es el reflejo de una época la posguerra mundial en la que los valores se tambalean y en que la necesidad de ayuda espiritual o vital o indicaciones para la autoayuda. Y como una persona con una inteligencia superior, pero con desequilibrios obvios, encuentra a otra con muchos más desequilibrios y le da la posibilidad de profundizar, experimentar y justificar su condición de “Maestro”. Bueno el Maestro por excelencia, el de Nazaret no olvidemos que era de la secta de los Esenios. En el sentido de taumaturgo de descifrador del sentido de la vida. Señor de la lujuria de los demás. Guía de las opciones vitales. En fin un predicador con mayúsculas. Y claro con la escena hacia el final de un colegio inglés con los chicos y las chicas de uniforme, tan parecido a los centros inspirados en nuestro Escrivá de Balaguer (esta secuencia dirigida directamente a la Prelatura de San JoseMaría, no es en absoluto inocente por parte del director. Claro que esta noche en un conocido colegio vinculado al Opus en la Calle Costa brava de Madrid hay una sesión de Cine-forum con la maravillosa película del trotskista Mike Leigh , Another Year . Aquella deliciosa cinta, aquella dulce proyección. De un amor pausado y sin broncas, de una visión progresista de las cosas. ¿En un cole del Opus?. La naturaleza imita al cine. ¿Me gusta dar guerra?.
Pero Anderson no toma partido del todo. Nos hace mayores, aunque algunos no quieran serlo. Nos obliga a masticar y deglutir. Como Kubrick no nos quiere descubrir el sentido de la vida y menos y ahí su crítica y lo que me gusta, que nos la descubra nadie por muy santo que sea. La autoayuda empieza en nosotros mismos, como el comportamiento empieza en el corazón y se determina en el cerebro. Nos habla de la dependencia (por hilar fino puede verse una relación homo entre los dos protagonistas, subconsciente y consciente a veces). Nos habla de la manipulación mental del grupo enfrentado al dislate del discípulo. La vida misma. El no-final de la película. En palabras de los modernos filósofos de Muchachada Nui, “No te digo ná y te lo digo tó”.
En resumen una de esas películas a las que le falta redondearla pero que pasará a la historia de los últimos años de cine. Y una mención especial a la Banda Sonora. Muy bien acoplada al discurso aparentemente confuso y a la hipnosis narrativa y visual. Especialmente esa canción de Jo Stafford “No other love”, que no es más que la traslación a canción popular del Estudio Nr 3 de Chopin “Tristesse”, precisamente con Joaquín Phoenix por una vez relajado pero con esa expresión de que ha perdido a ese tipo de mujer que te vuelve loco de amor o de tristeza.
Película con mucho o nada de “recao”, no hay que buscarlo en todas las cosas. Si viene se reflexiona o no. La libertad hay que trabajársela. Es tan fácil seguir los dictados del predicador de turno, tanto de cualquier religión como de cualquier instrumento mediático. Como cuando se discute el cierre de una relación. Por mucho que miremos a la otra, no será un espejo. Y en todo caso “que la cara hay que tirar que el espejo no hay porqué”. Esa funesta manía española de querer que nos digan lo que queremos oír. De la comodidad ideológica y emocional. Y eso que admiro profundamente y respeto a la persona con fé.Anderson en el fondo de su anatema anti secta nos está poniendo ante la incómoda tarea de tomar nuestras propias decisiones. “Casi ná”.
PD.- En referencia a la película La noche más oscura", nunca he defendido la tortura. Estoy radicalmente en contra. Y si la tontuna es tendencia no es mi culpa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nick Churris
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 30 40 41 42 43 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow