Estamos ante una de las mejores películas de intriga de los últimos veinte años, indudablemente.
Villeneuve nos engulle en su laberinto cocinando cada ingrediente de su enigma a fuego lento, y así nos hace testigos de los quebraderos de cabeza de sus protagonistas, unos brillantes Jackman y Gyllenhall, inmersos en un duelo interpretativo que no sería de extrañar acabara recibiendo su recompensa en forma de premios en las fechas venideras.
Una dirección muy trabajada, con estilo, nos recuerda el ambiente oscuro y tenso de películas como "Mystic River", con un ritmo también algo similar. Además cuenta con un extenso metraje para nada excesivo, sino que ayuda a definir la agonía de la desesperante búsqueda de sus personajes, luchando todos ellos por controlar sus nervios mientras se adentran más y más en un puzzle de escuetas preguntas pero casi ninguna respuesta. Una sufrida búsqueda a través de la oscuridad, los malos presagios, las propias creencias morales, la esperanza, el horror, la angustia ante la pérdida de unos y el deseo de resolver de otros, todo contrarreloj.
El guión es de lo mejor que haya visto en el cine americano en muchos años. Todos los diálogos resultan necesarios para comprender tanto la actitud de los personajes como para hacernos partícipes de sus miedos.
"Prisioneros" no te deja indiferente, te atrapa en su laberinto, y con muchas menos trampas de las que en un principio se pueden esperar. La calidad de su guión, el estilo de su dirección y el gran oficio de sus actuaciones son sus mayores armas.
Imprescindible visionado, sobre todo para aquellos degustadores de buen cine de suspense, aquí con la particularidad de estar narrado a ritmo de drama.

La leyenda siempre nos ha contado que el hombre del saco se lleva a los niños malos. Aquí todos los niños son buenos, así que había que buscar un hombre del saco con nuevos matices. Y es que a pesar de el arma de doble filo en el que se convierte el mensaje final del film, "El hombre de las sombras" funciona.
Se trata de una pequeña película que coquetea tanto con el terror como con el thriller psicológico, con Jessica Biel como estrella, gancho de reparto y además productora ejecutiva, sorprendiendo además con un papel a veces tan convincente que nos hace olvidar actuaciones tan lamentables como en el remake de "Desafío Total", por poner un ejemplo.
Aquí el guión es el punto fuerte. El inesperado giro a mitad de metraje nos muestra un buen modo de como fusionar dos géneros que podrían contar con dos historias totalmente distintas y llevarlo todo hacia un solo camino. Es esto precisamente lo que dota a "El hombre de las sombras" de un suspense que no decae hasta el final. Es en ese momento cuando la película nos quiere hacer partícipes de su problemático y controvertido mensaje, algo que podría haberse tratado de otra manera que probablemente hubiera ayudado más al resultado global de la cinta. Pero aquí tratamos lo que Laugier nos muestra, y con todo, el film es una interesante y muy entretenida muestra de nuevo terror, algo que ya es de agradecer, hartos de ver como va siendo tratado este género en los últimos años.

Sin entusiasmarme en absoluto, esta película ha provocado en mi el interés de compartir mi opinión, y gracias a ella me doy de alta como usuario de esta web. Eso ya es algo. Y es que el film no deja a nadie indiferente, la mayoría lo odian, y otros, sin adorarlo, con convencemos de la gran necesidad del cine de hoy en llevar a cabo más obras de estilismo como la que nos ocupa, estén creadas con mayor o menor acierto, eso ya lo analizaremos llegados los casos.
Tras incluir "Drive" entre mis películas fetiche, descubrí una anterior obra de Refn a veces sorprendente, a veces excesiva, y siempre interesante. Y eso mismo ocurre con su última obra.
"Only god forgives" no se parece en absoluto a "Drive" más que en el montaje de los diversos trailers que han salido a la luz. Cortina de humo comercial para posteriormente sorprendernos una vez más ante un film muy difícil, mucho más complejo de lo que a muchos le parece en mi opinión, excesivo, estilista y enfermizo. Y es ahí donde puede radicar su encanto, pese a sus defectos. Mi sensación durante todo el film fue de una extraña angustia, desasosiego y desconcertante intriga. Su estilo calara a buen seguro a los amantes de las sensaciones fuertes, porque su puesta en escena es brutalmente pictórica, repleta de surrealismo y colores saturados. Así, y sólo por esto, la película ya merece el calificativo de interesante. Sobre todo para los que estamos un tanto cansados de seguir a los rebaños consumidores de blockbusters y repetitivas fórmulas comerciales sin fin que asaltan tan a menudo las carteleras.
"Only God forgives" es un viaje visual al laberinto de la mente de su protagonista, no tan ávido de venganza sino de redención. Un retrato de obsesión y miedo, de culpabilidad y deseo. Su atmósfera rezuma sexo, sangre e incesto.
Cine de autor, difícil y sin concesiones. Muchos buscarán en las salas un film con gángsters y acción y se toparán con algo muy distinto.
La apuesta de Refn es valiente, tanto que demuestra que millones de abucheos no le harán retractarse de su modo de contar no una historia de venganza, como me he hartado de leer por ahí, sino de redención.
A mi modo de ver, la sola idea de llevar a cabo un proyecto como este ya merece un aprobado. Aunque lo demás si sea discutible.
Para mi, Winding Refn sigue siendo una de las escasísimas ilusiones y esperanzas dentro del nuevo cine.

Otros films en el pasado nos habían retratado en algún momento la angustiosa belleza del silencio sideral, el dramatismo de la perturbadora paz del vacío espacial de quién se ve arrastrado irremediablemente a su hostil soledad. Cuaron ha ido más allá, centrando los noventa minutos de su largometraje a este único elemento. De entrada, una muy interesante propuesta.
Es entonces cuando "Gravity" nos hipnotiza con su virtuoso comienzo, veinte minutos para la historia del cine de ciencia ficción, un alarde de dirección visualmente incontestable, imprescindible en 3D, por favor. Porque aquí si, el uso del 3D esta totalmente justificado. Gracias a ello podemos ser arrastrados con determinación a la claustrofobica y vertiginosa (a la vez) experiencia que nos ocupa.
Lástima que, como film de explotación comercial hollywoodense que es, se recurra a la innecesaria aportación de una sub-historia dramática que nos muestra la debilidad de su protagonista de un modo que, en mi opinión, de haberse evitado, podría haber creado un mayor interés hacia el verdadero fondo emotivo del film, que no es otro que el terror del inmenso vacío en gravedad cero durante una situación extrema.
Ante todo, una película imprescindible, donde destaca su potencia visual y un comienzo que desde ya es un hito a tener en cuenta en el género.

Quizá estemos ante el más atrevido experimento de cine dentro del cine que jamás se haya llevado a cabo. Y el atrevimiento, en estos tiempos, debía llegar desde Europa, indudablemente.
Leos Carax homenajea en su última película la admiración ante la actuación, la belleza del espectáculo, la devoción por la creación de arte.
Si tenemos esto en cuenta, todo lo que veremos en "Holy Motors" cobrará sentido. Y ese es el único objetivo de la película. Y para lograr transmitir esto está Denis Levant y su fantástica caracterización de hombre de las mil caras, y por supuesto, de inagotable amante de la actuación como expresión, no sólo en el arte en esta ocasión, sino en la vida, delatando esto la feroz exaltación del objeto a transmitir por su autor.
"Holy Motors" es básicamente eso. Lo demás va sucediéndose ante nuestros ojos durante su metraje, y al final nuestras impresiones dictan. Porque, como uno de sus personajes subraya, "la belleza está en la mirada de quien observa.