Tremendo vendaval de nostalgia decepcionante, serie creada por y para los niños y no tan niños de los 80 e incluso de los 90 pero que a día de hoy ya están bastante creciditos y sin embargo, resulta que va dirigido a un público estúpidamente adolescente, lleno de personajes típicamente arquetipicos llevados a la mínima expresión, totalmente genéricos llenos de clichés actuales y anodinos de los tiempos que corren hoy en día, odiosos y repelentes y sin ningún tipo de carisma en casi su totalidad y con una total desidia en la elaboración de desarrollo de personajes y transcurso de los acontecimientos.
En un mundo tremendamente rico a explorar, lleno de posibilidades sin fin y sin ningún tipo de limitación creativa han creado una serie totalmente desapasionada, fría y apática y que si no se llamase Willow y apareciese dicho personaje sería totalmente genérica (que lo es) y carente de interés.
Se pueden crear series de fantasía para todos los públicos pero hay que exigir que no resulten estúpidas, pueriles, soporíferas e incluso ofensivas para el espectador por tratarlo sumamente imbécil.

PD. De quien fue la estúpida idea de poner esa terrible música en los endings de los capítulos que no pega nada?
PD2. Solo pido un spin off de la hija de Willow que es el mejor personaje y mas entrañable de todos de tanto tropel de co-protagonistas vacuos que habitan en esta serie.

Esto ni el Chuache lo salva.

Sin querer entrar en la inverosimilitud de toda la trama, pretende ser una suerte de serie al estilo de mentiras arriesgadas sin éxito alguno ni arriesgarse lo más mínimo hasta acabar hundiéndose en un océano de mediocridad.
Ni siquiera se sabe a que liga pertenece, por un lado tenemos la típica comedia de acción familiar para luego dar paso a un frenesí sanguinolento desbocado, gratuito y absurdo por momentos. Con un humor de lo más desidioso posible y unos chistes de lo mas soeces.
Para concluir me es inevitable nombrar que aquí también nos encontramos con el enésimo co-protagonista don perfecto, insufrible y repelente que ni interesa ni le importa a nadie.

Este es el claro ejemplo de como el intrusismo laboral de actores que no tienen ni el talento ni la experiencia necesaria como lo pueden tener los grandes dobladores o actores de doblaje profesional puede llegar a destrozar una película de animación con un estilo visual bastante atractivo y bonito con un horroroso doblaje que te saca totalmente de la película, mención especial con Jesper (Quim Gutiérrez) y Alva (Belén Cuesta).
Y lo mas irónico para colmo es que ni siquiera se molestan en doblar la canción (Invisible) al español siendo una coproducción de España y Reino Unido.

Pd: Dejen a los profesionales de doblaje de verdad hacer su trabajo, que es un arte, y no invadan su espacio y dediquense los otros a actuar, y dejen de emplear estas políticas de marketing bastante cuestionables y lamentables.