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España España · A Coruña
Críticas de nel
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
5
8 de febrero de 2020
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
2019 y una nueva película de un director que ha sobrevivido al carácter controvertido de su marcado estilo, pero justificado por la influencia que ha tenido en el cine contemporáneo. Quizás es el status de "haberse probado a sí mismo", algo verdaderamente difícil de alcanzar, es lo que le llevó a permitirse darse un capricho y hacer una love letter personal sin ningún tipo de ambición.

Y es que precisamente si algo caracterizan a las pelis de Tarantino es esta ambición, un agudo sentido del entretenimiento donde también tener muy claro cuando marcar estilo, un estilo reconocible, y esquivando con habilidad la vulgaridad; unos guiones atrevidos y arriesgados, pero también recompensantes, pudiendo decir que quizás ha firmado algunos de los guiones más brillantes dentro del cine mainstream. Nada de esto está presente en OUAIH.

Tarantino tiene muy claro lo que le gusta y lo que no, y desde luego no podía perder la oportunidad de representar el Hollywood de la transición, de los años 60, los LA de esa época y sobre todo su reflejo sobre la cultura pop. Sobre el papel suena fantástico pero para ello decidió simplemente juntar las ideas (no demasiado brillantes ni novedosas) que se le fueron ocurriendo sobre lo que a él realmente le apasionaba de la época y juntarlas sin demasiada cohesión, como ya he dicho, sin ambición creativa. A partir de aquí, todo va cuesta abajo. Escenas inconexas carentes de la más mínima gracia, que no llegan más que a rozar la superficie de lo que se podría haber ahondado mucho más en ciertas temáticas. En esto último profundizo en Zona Spoiler.

Partiendo de la idea previa, está claro que los actores no tienen demasiado con lo que lucirse, pero casi lo llegan a hacer. Dicaprio y Pitt forman un amago de dúo al estilo "buddy film" sin demasiada química, puesto que los diálogos entre ellos no permite despegarla. Por separado, no obstante, son dos interpretaciones con bastante carisma que no es una cualidad tan fácil de encontrar, al menos la suficiente como para poder sobrellevar el peso film. Margot Robbie recrea a la leyenda Sharon Tate con la inocencia pero también picardía y sensualidad necesaria, una muy buena actriz con un papel que demanda unas características muy marcadas pero también delimitadas, con las que cumple la intérprete sobradamente. Eché en falta más personajes principales, y sobre todo una trama que de forma creativa fuera entrelazando cada una de sus aventuras, cuando lo cierto es que la mayor parte del metraje cada uno tiene su propio y reservado espacio donde más que desarrollarse simplemente se instrumentalizan como vehículo para que Tarantino pueda salpicar su lienzo con los diferentes homenajes que quiere representar. He de admitir, no obstante, que tiene gracia la multitud de cameos de estrellas (y estrellados).

Si tengo que concluir, tengo que decir que la película es vacía. Tarantino deja recaer todo su peso en el nivel de compromiso que el espectador tenga con la época que representa, y ni tan siquiera consigue que su pasión sea contagiosa. La sensación final de perder el tiempo es notable, pero al fin y al cabo, si ha servido para que su director se quitara esta espina, pueda respirar y espirar, y volver a ponerse a la altura de lo que hizo y aún puede hacer, pues bienvenido sea.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
nel
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3
28 de octubre de 2017
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Definiría la película como forma sin fondo; de estas que te intenta clavar Hollywood como complejas con un guión incoherente, lleno de silencios forzados, de ambigüedades en los diálogos, todo con el fin de que el espectador crea en el intelecto que se esconde tras el visionado del filme, el cual en verdad, o no existe o cuesta hallarlo.
Las escenas, para complacer a la forma, se extienden innecesariamente hasta el tedio mas absoluto y absurdo; hasta el último tercio la trama no se encamina (y con esto me refiero a las casi dos horas de metraje), sino que es un vaivén de peripecias e historias que ningún servicio tienen al desarrollo de unos personajes absolutamente planos, y que ni se esmeran en darle un mínimo de explicación porque claro, nos encontramos ante el producto más inteligente y filosófico de 2017.
¿Interpretaciones? Están correctas, teniendo en cuenta el poco material con el que trabajan los actores. Ryan Gosling poniendo cara de patata 24/7, excepto un par de lloreras; en verdad no es su culpa sino de quien escribió semejante coñazo de protagonista. Jared Leto aparece un par de escenas para hacer lo que caracteriza a la película, decir un par de tonterías pero aplicando recursos literarios a fuego para esconder el vacío de sus palabras; pero aunque la mona vista de seda, mona se queda. Ana de Armas, pues chica (u holograma) mona para alargar la duración con una trama por completo innecesaria y sin mucha inspiración. Harrison Ford se luce poco y no está a la altura de repetir un papel mítico, similar a lo que le ocurrió en el último episodio de Star Wars.
Le doy un respiro constando que, al contrario que muchos otros, visualmente me pareció muy atractiva. La fotografía y la dirección artística tienen un gran acabado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
nel
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6
20 de marzo de 2022
1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lady Di es una persona (y en este caso personaje) completamente magnética, y Larraín y el guionista Steven Knight casi saben sacar partido de ello. En vez de recurrir a una estructura de biopic tradicional, se decide por "crear" ya que estamos ante un relato casi completamente ficticio, un fin de semana en la vida de Diana marcada por su tensión con su marido y el resto de la familia real británica, y acaba funcionando para tocar casi todos los temas que marcaron su vida dentro de la Corona. La cercanía frente a la sobriedad, la bulimia como herramienta de control, el intento de criar a sus hijos de una manera más convencional que la acostumbrada en tal entorno. Son topics de la vida de Diana de los que se ha hablado hasta la saciedad y no por eso dejan de ser menos relevantes o atrayentes, confiando siempre en la empatía del espectador con ella, en que el público medio de clase media-alta sienta pena hacia las ataduras de Lady Di antes que pasión por las formalidades que implican tener tal rol dentro de la Monarquía británica. Esto es importante, porque como todas sus representaciones que se han hecho en el medio audiovisual, el relato no es imparcial ni tiene ninguna intención de serlo; si no estás dispuesto a empatizar con Diana, a apoyarla en su cruzada, no vas a encontrar mucho que disfrutar aquí.

La película funciona como un drama psicológico. Su montaje, incluso el uso de la música (buenísima, por cierto) invita a profundizar en la psique de Diana. No se trata de mostrarla a ella, tampoco su vida como tal, sino que el protagonista acaba siendo su estado mental. El director saca partido de ello con infinidad de close-ups del rostro de Diana, especialmente en los momentos más tensos del filme, y toda esta estructura es una carga que se desmoronaría sin una actriz protagonista a la altura, y vaya si lo está, pero esto ya merece un párrafo aparte.

Kristen Stewart, laureada hasta la saciedad por críticos y en buena parte por el circuito de premios, está excelente. Entiende al personaje, o la versión que de él se hace en el guión, y se mete de lleno en lo que ya he dicho que funciona como un drama psicológico. No hablo ya tanto de caracterización de la persona real (muy lograda también) sino más bien de la profundidad que sabe dar al personaje que interpreta, la complejidad de sus expresiones, los caminos y opciones que toma. No suelo ser gran fan de las interpretaciones más tradicionales de biopic (p.ej. Chastain como Tammy Faye, una de sus competidoras y favoritas para el Oscar) pero en este caso el guión crea un espacio para que Stewart pueda aproximar a Diana desde la sutileza e inteligencia que supone dotar a cada escena de diferentes matices. Creo que no hay un solo plano en el que falte ella, y es una carga con la que cumple de sobresaliente. En definitiva, todo este tinglado se vendría abajo sin ella.

Ahora bien, el principal pecado de la película es la reiteración. Que se trate de un drama psicológico no significa que el guión sea sutil en absoluto. Da vueltas sobre las mismas ideas durante las 2 horas de manera algo cansina, y desde luego muy obvia. Hay escenas que incluso me provocaron vergüenza ajena por la obviedad de la metáfora, no porque necesariamente tengan que ser más efectivas a más sutiles, pero es que están presentadas de una manera tan burda que uno se siente hasta tonto (en spoiler). Se hubiera beneficiado de 90 minutos en lugar de 120, daban de sobra para presentar todo lo que se tenía que decir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
nel
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