No descubro nada, si digo que el documental a pesar de sus limitaciones técnicas y de sus múltiples defectos, impacta, abre un hueco doloroso en la mente, te deja en silencio sepulcral después de verlo. La forma mécanica, poco ortodoxa y hasta indolente con la que Orozco hace su labor es escalofriante, se respira sordidez, que al final termina asfixiando.


Acá no hay espacio para la piedad, la mesura o la prudencia, es sensacionalista y no se preocupa por ocultarlo, las secuencias son brutales, sangrientas y explícitas, pero sin efectos o actuaciones, y eso mismo deja el estómago revuelto, esto no es una oda a la vida, esto todo lo contrario. Creo que si el director hubiera dedicado un poco más de tiempo a la elaboración, el producto final sería mejor, hubiese sido interesante adentrarse más en la vida de Orozco, hasta para hacer un documental de este tipo se necesita sentido común y algo de talento, no todo el peso se le puede dejar a las imágenes grotescas. No sé si lo volvería a ver, pero era algo que tenía que hacer.

Suelo ser de esos que la crítica autocatalogada especializada, la crítica palomitera o la crítica extremista, me tienen sin cuidado a la hora de ir al cine, o a la hora de crearme una opinión, no soy de la horda de DC, ni la de Marvel, eso no cuenta para mi. Las entregas de El Hombre de Acero y Batman vs Superman me gustaron, no en exceso, pero me gustaron, a pesar de sus multiples defectos, a pesar de los palos de todas las razas de críticos, eso me animó a ver la Liga de la Justicia, aunque mis expectativas no eran muy altas.


Creo que esta vez pequé de incredulo, con la polémica del bigote de Superman y el costoso arreglo digital, la verdad que es muy, muy, muy notorio, en algunas escenas es totalmente vergonzoso, creo que el cambio de director le afectó en demasía, se nota inconexa, parecía como una guerra aparatosa de conceptos que van directo hacía la nada, le película no entusiasma, se ve demasiado plástica, el humor se ve forzado, me dio pena ajena los chistes de Superman, Batman, pero sobre todo los del irritante Flash (al nivel de Lex Luthor en BVS en cuanto a lo irritante), armado a punta de clichés, en cuanto a los personajes, Aquaman mucha rudeza, pero de ahí nada más, Cyborg es frío como el acero, Batman perdío el terreno que había ganado en BVS, Superman nada especial, Flash un pesado, lo peor de la peli, la Mujer Maravilla diría que es lo único rescatable, tiene fuerza la chica, un villano muy gris, la banda sonora ni fu ni fa, una película que prometía un poco más, Snyder es el aceite, Whedon es el agua y los de la Warner son los de la Warner, eso se notó muchísimo, mejor suerte para la próxima.

La primera vez que me adentré en el universo de Blade Runner fue en el año de 1989, era yo un chiquillo y los VHS mandaban la parada, aunque esperaba una peli de acción trepidante y robots asesinos, no me fue indiferente la obra de Ridley Scott, ahí comenzó todo, ya mayor volví a verla, pero esta vez de una manera más madura y descubriendo nuevas cosas, de ahí en adelante se convirtió en referente para mí.


Vayamos sin tantos rodeos a lo que ataña a Blade Runner 2049, cuando supe que Villeneuve estaba al mando, me dio mucha esperanza, si soy sincero, no creo que con Ridley tras los controles las cosas hubiesen salido tan redondas, visualmente es impactante, en momentos me hizo recordar Solaris, o a 2001: Una Odisea del Espacio, en mi opinión su ritmo es pausado, pero no lento, como son las investigaciones policiacas, las actuaciones son muy solventes, pero note a Ford no metido al 100% con el papel del viejo Deckard, el papel de Leto se excede en parafernalia, pero está bien, es difícil que una película nueva me sorprenda y Blade Runner 2049 lo hace, y con más vistas se vuelve musculosa, se hallan detalles, engancha más, la BS no es Vangelis, pero cumple bien.

El gran ganador es Villeneuve, este caballero, si el futuro no es alterado por algún T-800, será uno de los grandes directores del cine contemporáneo, ¿o será que ya lo es?, su trabajo es impecable, asusta de lo bueno que es, de sobra pudo con el peso de su antesesora, pero no sé si es bueno o malo que la peli no haya cumplido las expectativas en taquilla, me preocuparía que don dinero deformara a un gran director.


La única pega que le veo, es que no haya habido un pequeño papel para el gran Rutger Hauer, pero eso solo existe en mi universo. Blade Runner 2049 está condenada con el paso del tiempo a ser un clásico, para mi ya lo es.

El tema del black metal noruego y su entorno ha creado mucha polémica desde tiempos ancestrales, y desde que el exbaterista de los suecos Bathory Jonas Åkerlund, anunciaba que habría una película basada en el libro del mismo nombre, muchos fanáticos y protagonistas reales de la historia se opusieron, pero eso no ahuyentó al director para materializar el proyecto.

Con toques de documental, todo va de una manera muy ágil, como es el sello de Jonas, una gran banda sonora que ayuda a ambientar la película, en cuanto a las actuaciones principales, encontramos a Rory Culkin, que lo hace de buena manera, poniendose en las botas de Euronymous, por otra parte Emory Cohen encarna a Vikernes y no desentona. Los señores del caos es una historia entretenida, llena de odio, sangre, traición, lucha de egos, locura y mucho black metal. Si estás familiarizado con el tema la encontrarás abominable, sublime o sentiras algo de apatía , si de lo contrario solo quieres pasar un buen rato, no te sentiras defraudado. Al cine antes de que la luna se congele.