Ti West vuelve a la carga de la mano de A24 para traernos esta precuela de "X" que promete no dejar indiferente a nadie.

Rodada en el mismo escenario que su antecesora, West sabe otorgar de personalidad y entidad propia a este film, presentándonos una propuesta completamente diferente a "X". Si a inicios de años veníamos un 'slasher' resultón con claros homenajes al cine de género de los años 70, aquí West mantiene presente ese homenaje al cine clásico con una película de tono mucho más dramático sobre el descenso a la locura de una joven Pearl en la Texas rural de 1918.

Al igual que pasaba con "X", West nos presenta un potentísimo prólogo que marca el tono y augura lo que está por venir. El joven director no tiene miedo alguno en tomarse su tiempo y cocer la acción a fuego lento, lo cuál es de agradecer en el terror americano actual, para acabar regalándonos un clímax emotivo, dramático y sangriento a partes iguales.

Mia Goth vuelve a ser la estrella de la película con una actuación merecedora de reconocimiento internacional en una película que está hecha para ella. Deberíamos retroceder a 'Hereditary' y la sensacional 'performance' de Toni Collette para recordar una presentación de personaje que se le acerque.

En definitiva, una película que te atrapa desde el primer minuto gracias a un Goth que nos lleva en volandas por este mundo de pobreza, miseria y decepciones hasta el punto de que llegamos a comprender -desde la distancia- el por qué de su locura y sed de sangre; una antiheroína de manual. Añadámosle la personalidad de West para rodar y dotar a sus imágenes de magia y estamos ante un largometraje de culto instantáneo.

Visto la mala acogida que tuvo el film en su paso por Sitges 2021, me he animado a romper una lanza a favor suya, pues fue para mí una de las grandes sorpresas del festival austriaco SLASH.

Mandico nos trae con "After Blue" una película para nada convencional y en la que, si entras y decides sumergirte en ella, disfrutarás de un viaje sin precedentes. Una travesía por un planeta futuro y distópico habitado por mujeres y demás personajes fantásticos sacado de otra época.

Mi única pega es que, aún habiéndola disfrutado en su totalidad, sí que podría haberse beneficiado de un metraje algo menor. Aún así, no se hace pesada y no siento que el ritmo, al menos en mi experiencia, decayera en algún momento.

En definitiva, "After Blue" es un western sci-fi lésbico con una estética hipnótica, buena banda sonora y un manejo del color más que correcto. De lo más rompedor de este año, una fantasía muy de autor que me tuvo pegado a la pantalla y que se convierte en una de mis películas favoritas del año. Toda una experiencia difícil de olvidar.

Tan solo la premisa del documental es maravillosa.

Un grupo de conductores de autobús de un pequeño pueblo de Reino Unido decide hacer una adaptación, toque de humor incluido, de "Alien" en formato teatro amateur. Ensayan durante semanas y su estreno no va muy bien. A penas 20 personas van a verles y las críticas no son buenas, salvo las de un par de chicas, que quedan tan atrapadas con lo que están viendo que deciden proponerle al equipo llevar la obra a un teatro de Londres y documentar todo el proceso para hacer esta película.

Entrando en lo personal, me parece una cinta la mar de entretenida que nunca se hace pesada. Rápidamente le coges cariño a unos protagonistas que representan a una clase trabajadora que, por un mes, sale de su rutina para presentar una obra divertida a la par que solidaria. Además, no se siente forzada o sobreactuada, el grupo es una pequeña familia y actúan con naturalidad frente las cámaras.

No reinventa nada ni es algo extraordinario, tampoco lo pretende. "Alien On Stage" es una producción humilde a la par que inofensiva cuya aspiración es hacer disfrutar al espectador y sacarle sonrisas y carcajadas a partes iguales. Ideal para pasar el rato en casa o un buen festival y altamente recomendada para los aficionados del teatro y la saga de "Alien".

"In The Earth" es una de esas películas que recomiendo ver sabiendo a lo que te vas a enfrentar y con la mente abierta. No es ninguna obra maestra, ni tan siquiera de lo mejor del año, pero se deja ver y tiene algunas cosas interesantes.

Wheatley nos presenta una cinta de bajo presupuesto que nos conecta con la naturaleza con toques de folk-horror y terror lovecraftiano. Tiene buenos elementos, pero creo que nunca llega a despegar e, incluso, se acaba desinflando en su tramo final, en el que se abren muchos misterios, que ni se explican bien ni acaban siendo resueltos de una forma convincente.

Lo que más me gustó fue la actuación de Ellora Torchia, los juegos de luces de tono más onírico y algunos pasajes que sacaron risas en sala en las que la película, como debe ser, sabe no tomarse muy en serio a sí misma. ¿Lo peor? Joel Fry está flojito, y en una película con un reparto tan corto se nota mucho, y lo que mencionaba antes, un guion un tanto escueto en el que se introducen elementos mal explicados que, para más inri, quedan sin resolver.

En definitiva, una película sin pretensiones, fácil de ver y que me entretuvo bastante. No repetiría ni la recomendaría encarecidamente, pero si sois fans del estilo y queréis echar la tarde, cómo mínimo no os dejará indiferentes.