Leigh Janiak, directora de la Calle del Terror, se la jugaba con esta tercera entrega pudiendo (1) fastidiar toda la coherencia previa, (2) dejar la trilogía a medias con cabos argumentales sin revolver o (3) elaborar una buena trama que sirviera como principio de la explicación final de la trilogía.

En mi opinión, ha sido lo último: la historia de 1666 es sencilla pero completa, que haya papeles interpretados por protagonistas de las dos anteriores películas no confunde en ningún momento y en algún caso sirve para enlazar con el presente de 1994 y que el argumento sea más entendible, a la vez cambia la perspectiva de la parte 1 y parte 2 en el sentido de que las cosas no eran como parecían ser, proporciona un buen villano y le da al público, por momentos, una trágica historia humana (spoiler).

Parte 3 1666 un 7 y trilogía en general también un 7.