Después de una noche escuchando ópera y pasar el día en las carreras, por lo visto en España era el turno de buscar plan para la tarde y que mejor que el circo, aunque la película se desarrolle durante varios días. Pero dejando de lado la curiosa gracia del título, tenemos una de las películas más absurdas de los Marx Bros., tanto para bien como para mal, además de ser una donde más políticamente incorrectos son con las minorías, los animales y las mujeres, por lo que habría sido imposible haberla realizado hoy en día.

En cuanto a sinsentidos, pues la trama amorosa que motiva los personajes es de las más prescindibles que hay, al igual que la canciones que aparecen, pero por suerte, y como de costumbre, los gags humorísticos salvan con creces la función, con uno, dos o todos los hermanos protagonizándolas y dejando para el recuerdo varias escenas memorables.

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