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Voto de Ceferino:
4.891
Drama
Verano de 1957. El expiloto de carreras Enzo Ferrari está en crisis. La bancarrota acecha a la empresa que él y su esposa, Laura, construyeron de la nada diez años atrás. Su tormentoso matrimonio se encuentra en medio de una gran crisis, mientras lidian con la muerte de su hijo. En esta crucial etapa, Ferrari tomará decisiones arriesgadas apostándolo todo en una única carrera que atraviesa 1.000 millas a lo largo de toda Italia: la Mille Miglia. [+]
2 de marzo de 2024
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Ferrari
En un intento de Michael Mann de recrear la vida del famoso piloto de autos Enzo Ferrari, aquí en su etapa empresarial uniendo su vida privada y sus amoríos termina por parecer una película que tiene puntos muy fuerte en una estructura general que se percibe muy plana y que se deja la sensación que podía ofrecer mucho más.
Bajo un atmósfera que no atrae vamos a ir adentrándonos en la vida y obra de Ferrari, interpretado por Adam Driver que no termina de convencer en absoluto; por partes logra su cometido de compenetrarse con la historia pero la mayoría del tiempo se lo nota divagando en algo que se llega a notar desde los pocos minutos de empezado que no tendrá buena pinta.
Si bien la cinta no se enfoca al 100% en la cuestión de los autos, cuando toca ese factor el desarrollo toma un vuelo que carece a lo largo de todo su trayecto, recreando escenas realmente épicas con mucho dinamismo y energía contribuyendo a unos lindos efectos visuales cuando amerita cubrir esa parte de la trama.
Otro de los puntos y diría que el más fuerte, es el personaje de Laura, interpretado por Penélope Cruz de forma brillante, siendo verdaderamente el único componente que realmente se consolida de forma firme en todo el proyecto, la actriz española excelsa y sublime como siempre, resulta increíble como el género del drama acrecienta ante su participación que debió ser incluso por mayor tiempo, configurando un personaje de una mujer que realmente se valora y se posiciona como eje central durante el conflicto familiar que se desmenuza.
A través de Driver y de Shailene Woodley no se pudo lograr una química que pudiera incrementar los fragmentos de triángulo amoroso, dejando también a la deriva ese asunto, en un largometraje que en definitiva sus puntos fuertes son a los que menos valor narrativo se les da, se agradece la intensidad que le otorga la etapa de la competencia a su exposición y se disfruta mucho la enorme actuación de Penélope, intervención en los que hasta los silencios son llevados a un lugar de magnificencia por ella.
Calificación: 6.5
En un intento de Michael Mann de recrear la vida del famoso piloto de autos Enzo Ferrari, aquí en su etapa empresarial uniendo su vida privada y sus amoríos termina por parecer una película que tiene puntos muy fuerte en una estructura general que se percibe muy plana y que se deja la sensación que podía ofrecer mucho más.
Bajo un atmósfera que no atrae vamos a ir adentrándonos en la vida y obra de Ferrari, interpretado por Adam Driver que no termina de convencer en absoluto; por partes logra su cometido de compenetrarse con la historia pero la mayoría del tiempo se lo nota divagando en algo que se llega a notar desde los pocos minutos de empezado que no tendrá buena pinta.
Si bien la cinta no se enfoca al 100% en la cuestión de los autos, cuando toca ese factor el desarrollo toma un vuelo que carece a lo largo de todo su trayecto, recreando escenas realmente épicas con mucho dinamismo y energía contribuyendo a unos lindos efectos visuales cuando amerita cubrir esa parte de la trama.
Otro de los puntos y diría que el más fuerte, es el personaje de Laura, interpretado por Penélope Cruz de forma brillante, siendo verdaderamente el único componente que realmente se consolida de forma firme en todo el proyecto, la actriz española excelsa y sublime como siempre, resulta increíble como el género del drama acrecienta ante su participación que debió ser incluso por mayor tiempo, configurando un personaje de una mujer que realmente se valora y se posiciona como eje central durante el conflicto familiar que se desmenuza.
A través de Driver y de Shailene Woodley no se pudo lograr una química que pudiera incrementar los fragmentos de triángulo amoroso, dejando también a la deriva ese asunto, en un largometraje que en definitiva sus puntos fuertes son a los que menos valor narrativo se les da, se agradece la intensidad que le otorga la etapa de la competencia a su exposición y se disfruta mucho la enorme actuación de Penélope, intervención en los que hasta los silencios son llevados a un lugar de magnificencia por ella.
Calificación: 6.5
