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Reino Unido Reino Unido · London
Voto de vavanarro:
9
Comedia. Drama Nancy Stokes, una maestra de escuela jubilada, anhela algo de aventura y sexo. Buen sexo. Su difunto marido Robert le proporcionaba un hogar, una familia y algo parecido a una vida, pero nunca tuvo buen sexo de él. Ahora que hace tiempo que Robert falleció, Nancy pone en marcha su plan y contrata a un joven gigoló que responde al exótico nombre de “Leo Grande”. En una habitación de hotel anónima, Nancy recibe a Leo. Su aspecto es tan ... [+]
27 de junio de 2022
14 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué refrescante esta joya teatral, qué necesaria y qué a tiempo su estreno, justo el mes en el que la libertad de tantas mujeres en Norteamérica ha sido cercenada sin aviso ni razón.

Pues "Buena suerte, Leo Grande" es un ataque, comedido, de muy buena planta, minimalista, pero ataque al fin y al cabo, a la cultura del estigma y la demonización del sexo. El sexo, eso que es tan natural en principio en todos y todas, pero que nuestros mayores, como el personaje de Emma Thompson (profesora de estudios religiosos en el moderno Reino Unido) se encargan, sin planteárselo siquiera, y de forma metódica y automática, de colocar al otro lado de una línea férrea, impracticable, forjada a sangre y hierro a lo largo de siglos y siglos de censura y escarnio.
La premisa de la película, que una mujer ya entrada en la menopausia, pague por tener encuentros sexuales satisfactorios, suena a ciencia ficción en pleno siglo XXI. Porque de ello no se habla casi, porque no vende en Hollywood y porque a nadie le interesa. A nadie, salvo al 50% de la población mundial.

El guión pone en juego diálogos muy medidos, interpretados de manera admirable por ambos actores (y significativamente por Emma Thompson, perfecta mezcla de bochorno a lo Hugh Grant y sesuda carga dramática) en una sucesión de encuentros a la par tiernos, terapéuticos, compremetedores y últimamente catárticos entre los dos personajes: una mujer de clase media alta que nunca ha experimentado placer, y un joven de adonisíaco perfil de misterioso pasado y vocabulario y maneras exquisitas. La dirección no se siente para nada forzada, y la coreografía erótica de estos dos amantes se desarrolla de manera orgánica y sin aspavientos. Vemos lo justo de su intimidad, la película no es voyeur en ese sentido, pero sí aborda muy por encima y sin prejuicios temas que casi no se tocan hoy en día como la legalización de la prostitución o el arrepentimiento de haber sido madre. Cosas de las que casi todos y todas hablamos, pero siempre en contextos tremendamente íntimos como el que ocupa la película.

Qué belleza, el cuerpo desnudo de Emma Thompson a su edad, qué grande poder oir hablar de sexo por lo que es, un elixir que nos hace ser más nosotros mismos. Más películas así, por favor
vavanarro
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