Hace poco vi de dos veces esta poco acertada producción cinematográfica, creo que basada en un comic, sobre una rivalidad entre hermanos, la eterna lucha entre el bien y el mal. No es tanto de superhéroes, es más sobre dioses, bueno de hecho algunos superhéroes de comics, son dioses No me gusto, la historia no está del todo mal dentro de una serie B, el rodaje, los efectos especiales, el guion, la fotografía, las localizaciones, todo es aceptable y podría haber sido una película con más calidad, pero contratar a un actor super famoso para asegurar la taquilla no siempre es la mejor desde el punto de vista artístico.

Sylvester Stallone tiene 76 años, me parece bien que él quiera seguir interpretando el mismo tipo de papeles de cuando era joven, y si el respetable ve sus películas pues por algo será. Pero la realidad es que tiene 76 tacos, es un anciano haciendo papeles pensados para actores más jóvenes. Esa es la realidad, no tiene el físico que tenía en Juez Dredd, el Sly de entonces, de hace 27 años, aun sin ser un gran actor, habría puesto esta película que nos ocupa, en otro lugar.
Javon Walton hace un papel de niño repelente al que odias todo el rato. Lo mejor de esta filmación es el villano, pasa muchas veces y aunque resulta poco creíble luchando contra un semidios, el danés Pilou Asbæk aporta calidad con su interpretación.

No se la recomendaría a mis sobrinos, porque los quiero mucho y esta película, para mí, no merece la pena ni como curiosidad.