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España España · Madrid
Voto de Moody:
5
Thriller. Drama Una joven pareja alemana, la azafata de vuelo Lena (Emma Watson) y el artista Daniel (Daniel Brühl), se ve envuelta en el golpe de Estado de Chile en 1973 contra Salvador Allende. Él es secuestrado por la policía secreta de Pinochet, y ella le seguirá la pista hasta una zona del sur del país llamada Colonia Dignidad, que aparenta ser una misión de caridad regida por un carismático líder, también de origen alemán, Paul Schäfer (Michael ... [+]
22 de mayo de 2017
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Como cualquier conflicto armado, las revueltas en Chile 1973 tuvieron episodios oscuros desconocidos para muchos, recovecos en los que cualquiera podía llevar al extremo sus sádicas ideas con las que humillar a los que no se encontraban en su bando, todo justificado por el caos general. Colonia Dignidad es sólo un ejemplo real de un centro alejado de la ley en el que las vejaciones eran el día a día.

Resulta curioso que sea precisamente un alemán, con los conflictos pasados de su país, el interesado en dirigir este proyecto con vocación de altavoz, de denuncia. Narrar este complicado y oscuro episodio ha sido un gran reto, y su trabajo parece más preocupado por aparentar neutralidad, acercarse a la historia sin implicarse demasiado. En este guion no hay mucho lugar para la crítica ni para el posicionamiento, sólo para la exposición mediante una historia personal que resulta un poco débil para el tema que tiene entre manos.

“Colonia” peca precisamente de esto. No hay una verdadera implicación en unas ideas, fuesen cuales fuesen. La película lleva a la protagonista a adentrarse en esta especia de secta por sí misma, y solo las casualidades y el destino hacen que su causa llegue a buen puerto. Por el camino el guion deja muchos huecos que el espectador no debería rellenar, detalles de una trama que conoce el final de antemano y que se apoya en él para justificar sus acciones. El espectador entiende que esto no acabará mal muy pronto y puede así desconectar a ratos de un desarrollo lineal y previsible.

Ambos personajes principales ponen de su parte y elevan el nivel general, lo que no es excesivamente complicado. Tanto Brühl como Watson tienen unas cuantas secuencias en las que lucirse o resaltar, pero finalmente se ven arrastrados en una película que comienza bien y que se atranca por el camino construyendo un convencional thriller. Junto a ellos Nyqvist intenta ser ese ser malvado que justifica sus acciones, pero no es tan carismático como el personaje requería.

La neutralidad y la poca capacidad para analizar la situación que se extiende por el país convierten a “Colonia” en una sencilla película que destaca por la sencillez al desarrollar la idea y que tiene un final bastante sonrojante y ridículo, insuficiente no sólo para esta película sino para casi cualquier telefilme de sobremesa.
Moody
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