Esta moda de dividir la última entrega de una saga en dos partes para desarrollar con más detalle la historia y de paso duplicar recaudaciones por el mundo nos trae un nuevo ejemplo de cómo crear una entrega trampolín de la siguiente y otra, suponemos, mucho más acelerada. Este modo de vender la historia no es nuevo. De hecho Harry Potter o Crepúsculo también apostaron por este formato con bastante éxito. Las primeras partes, tal y como sucede en “Sinsajo 1” sirven de preparación para la batalla final, y son tensas pero tranquilas. Pocas explosiones, ningún enfrentamiento, y más estrategia de la que algunos querrían, pero que es necesaria para la segunda parte. El desarrollo se produce en la sombra dentro de su escondite, con el enemigo identificado y dispuesto a atacar, pero que no lo hará porque, cuando lo haga, sabe que será el inevitable fin para uno de los bandos.

En “Sinsajo 1” las cartas están sobre la mesa, y Frances Lawrence sabe que una dirección contenida y milimetrada dará más valor a la siguiente, así que se limita a rodar y rodar sin arriesgar demasiado intuyendo que si destapa más de la cuenta reventará la siguiente película. No es una mala estrategia teniendo en cuenta que el riesgo llegará después.

Katniss Everdeen es la imagen de la revolución, el símbolo de que cualquier poder necesita de un altavoz para comunicar su mensaje. Odiada y querida en ambos bandos, la lucha entre clases necesita de su presencia para desarrollar su plan. Todas las ideas políticas que estaban claras continúan estando presentes, con más fuerza si cabe, y la voluntad de Katniss en proteger a sus seres queridos le lleva a formar parte de una revolución con la que se identifica solo a medias. Ella es el personaje más perfilado, dejando menos desarrollo para el resto de protagonistas que son parte importante pero menos que en anteriores películas.

Pura preparación para la batalla final, la película peca de rutinaria a la hora de desarrollar lo poco que deja la estrategia, pero muestra puntos fuertes que continuar y mete el gusanillo en el cuerpo a todos los seguidores de la saga, capaces de esperar unos meses para ver si Katniss puede liderar la revolución y, sobre todo, qué precio tendrá que pagar por ello.