Una increíble Penelope Cruz y un magnífico Adam Driver protagonizan esta película tan desaprovechada que te venden como la historia de cómo Enzo Ferrari logró sacar de la bancarrota a su empresa y al final, termina siendo un drama sobre su matrimonio con ciertos momentos de otras cosas.

Es que en dos horas que dura esta película, lo único que me parece que está genial, son los últimos 40 minutos. El resto del tiempo siento que es en aspectos generales... paja. Porque salvo ciertas ocasiones, no me engancha la trama, se toman demasiado tiempo en el aspecto de la relación.

Sin embargo hay pequeñas subtramas que presentan son muy curiosas, pero no profundizan en ellas y seguramente habría sido mucho más interesante si lo hubiesen hecho.

Por otro lado, las secuencias de la carrera y otras cosas con los coches, creo que están espectaculares y muy bien puestas a nivel técnico.

En resumen, una historia un tanto desaprovechada.