Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Time Bandit:
8
Drama Segunda parte de la trilogía de Seidl sobre el "Amor", la "Fe" y la "Esperanza". Si "Liebe" se centraba en el sexo, en este caso el relato se centra en la religión y cuenta la historia de Annamaria, una técnico de hospital muy devota que se hace misionera. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2013
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una mujer de rodillas frente a un crucifijo, con el torso completamente desnudo, con una mano sostiene un rosario, y con la otra mano se flagela hasta dejarse la espalda roja, entonces da gracias a Jesús y se viste. Con este ejemplo de autocastigo con motivo de la religión mal entendida, es como empieza el flim. Justo después descubrimos que trabaja de auxiliar en un hospital, pero no se siente cómoda en el trabajo, donde se comporta con bastante frialdad. Anna María solo es feliz con la religión, a la que dedica prácticamente todo su tiempo libre, ya sea rezando, auto flagelándose, cantando canciones religiosas, o predicando de casa en casa, intentando que los habitantes de las mismas cambien de forma de vida y abracen ciegamente, como hace ella, todas las leyes de Dios (el católico). Para ella, su mayor satisfacción es ayudar espiritualmente a los demás, incluso aunque ellos no quieran. Satisfacción que no encuentra en su trabajo, ayudando a los demás con dolencias físicas. Pero algo rompe de golpe la paz de su hogar: la llegada de un musulmán parapléjico, que en un principio no sabemos quien es, pero a medida que avanza la historia comprobamos que es alguien fundamental de la vida de Anna María. Según avanza la trama desde este punto, podemos ver como la convivencia entre estas dos es cada vez más difícil, al tiempo que se nos va revelando el pasado común de ambos, y los motivos del fanatismo religioso de Anna María.

Esta es la segunda parte de la trilogía “Paraíso”, y sigue el mismo camino narrativo y visual del primero, optando en todo el momento por el realismo más crudo, aunque aquí el colorismo de los paisajes africanos se cambian por tonos mucho más apagados y oscuros, del interior del hogar de la devota, donde la iluminación cobra una importancia aun mayor que en su predecesora. Y Urlich Seidl sigue apostando por los planos largos, y moviendo lo menos posible la cámara.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Time Bandit
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow