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Voto de Miquel:
6
12 de julio de 2009
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Octavo largometraje del realizador Luis García-Berlanga Martí (Valencia, 1921), conocido artísticamente como Luis García Berlanga. El guión, de Rafael Azcona y L. G. Berlanga, desarrolla un argumento original. Se rueda en escenarios exteriores de Buenos Aires y en los estudios de Argentina Sono Film. Producido por Cesáreo González y Atilio Mentasti para Argentina Sono Film y Cesáreo Gonzáles P. C., se estrena el 19-X-1967 (Argentina).
La acción dramática tiene lugar en Buenos Aires a lo largo de unos dos años (1), en 1965/67. Ricardo Calaza (Bebán) es un próspero empresario, que codirige la sociedad “Martínez y Calaza”, dedicada al desguace de barcos de casco de metal, en cuyo capital participa a medias con su socio José Martínez (Miranda). Lleva algún tiempo casado con Carmen (Bruno), de 22 años (al inicio del relato), dedicada a las labores de la casa. El matrimonio ha entrado en una etapa de crisis a causa de las relaciones furtivas de Ricardo con otras mujeres y la escasa atención que presta a su mujer, que se encuentra sola y aburrida. Carlos es aficionado a las carreras de coches (turismos trucados, mini-cars y maquetas eléctricas sobre raíles), obtiene unos ingresos holgados, es superficial y atolondrado. Carmen sueña con tener una boutique, viajar, relacionarse socialmente, hacer nuevas amistades, romper los estrechos límites de su vida familiar y ser libre.
El film suma comedia y drama. Es fruto de la larga y productiva colaboración profesional que Azcona y Berlanga mantienen como guionistas durante casi 30 años (1959-1987), con trabajos tan acreditados como “Plácido” (1961), “El verdugo” (1963), “La escopeta nacional” (1977) y otros. Los analistas consideran que Azcona aporta los trazos negros, duros, amargos y pesimistas, mientras Berlanga contribuye con su visión iconoclasta y sarcástica y su mirada desesperanzada. En el film que comentamos Berlanga modera sus ímpetus iconoclastas y potencia su sarcasmo, mordaz y venenoso. El resultado es una obra insólita dentro de su filmografía (2), que los analistas consideran que forma parte del conjunto de films atípicos del autor junto a “Vivan los novios” (1971) y “Tamaño natural” (1974).
El tema central del relato viene dado por la exploración y descripción de las relaciones inevitablemente conflictivas de la pareja, las insatisfacciones y frustraciones de la vida en común de la misma y los problemas inexorables que genera la convivencia prolongada de un hombre y una mujer. El tema es uno de los preferidos de Berlanga y, a la vez, uno de los que más atraen su atención, aunque habitualmente no lo sitúa en primer término (3).
(Sigue sin “spoilers”)
La acción dramática tiene lugar en Buenos Aires a lo largo de unos dos años (1), en 1965/67. Ricardo Calaza (Bebán) es un próspero empresario, que codirige la sociedad “Martínez y Calaza”, dedicada al desguace de barcos de casco de metal, en cuyo capital participa a medias con su socio José Martínez (Miranda). Lleva algún tiempo casado con Carmen (Bruno), de 22 años (al inicio del relato), dedicada a las labores de la casa. El matrimonio ha entrado en una etapa de crisis a causa de las relaciones furtivas de Ricardo con otras mujeres y la escasa atención que presta a su mujer, que se encuentra sola y aburrida. Carlos es aficionado a las carreras de coches (turismos trucados, mini-cars y maquetas eléctricas sobre raíles), obtiene unos ingresos holgados, es superficial y atolondrado. Carmen sueña con tener una boutique, viajar, relacionarse socialmente, hacer nuevas amistades, romper los estrechos límites de su vida familiar y ser libre.
El film suma comedia y drama. Es fruto de la larga y productiva colaboración profesional que Azcona y Berlanga mantienen como guionistas durante casi 30 años (1959-1987), con trabajos tan acreditados como “Plácido” (1961), “El verdugo” (1963), “La escopeta nacional” (1977) y otros. Los analistas consideran que Azcona aporta los trazos negros, duros, amargos y pesimistas, mientras Berlanga contribuye con su visión iconoclasta y sarcástica y su mirada desesperanzada. En el film que comentamos Berlanga modera sus ímpetus iconoclastas y potencia su sarcasmo, mordaz y venenoso. El resultado es una obra insólita dentro de su filmografía (2), que los analistas consideran que forma parte del conjunto de films atípicos del autor junto a “Vivan los novios” (1971) y “Tamaño natural” (1974).
El tema central del relato viene dado por la exploración y descripción de las relaciones inevitablemente conflictivas de la pareja, las insatisfacciones y frustraciones de la vida en común de la misma y los problemas inexorables que genera la convivencia prolongada de un hombre y una mujer. El tema es uno de los preferidos de Berlanga y, a la vez, uno de los que más atraen su atención, aunque habitualmente no lo sitúa en primer término (3).
(Sigue sin “spoilers”)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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Es también objeto de análisis la problemática de la comunicación interpersonal, que Berlanga entiende difícil y plagada de obstáculos. Lo demuestra a través de unos diálogos poco comunicativos y pobres en contenido, que en ocasiones usa sólo como fuente de sonido ambiental. Los planos generales en los que aparecen varios interlocutores hablando muestran sin disimulos la soledad y el aislamiento de los mismos.
La narración es rica en detalles, matices, indicaciones y sugerencias, de acuerdo con la madurez estilística de Azcona y las habilidades de Berlanga para la burla y la chanza. No es ésta una obra de humor franco y tumultuoso, que mueva a la risa directa. El discurso destila una carga burlesca de peso que se manifiesta en forma de pullas de profundidad, inmisericordes y demoledoras. Tiene interés comprobar cómo la mujer responde en la segunda parte del film a las deslealtades, desatenciones y abandonos del marido, siguiendo un plan de venganza sin concesiones, que nos acerca a la reflexión berlangiana sobre el dominio femenino (la mujer dominante), siempre visto desde una cierta misoginia (4). En el film el dominio de la mujer se ejerce a través de la esposa y de la suegra.
Olvidada, poco conocida y escasamente acreditada, “La boutique”, sin ser uno de los mejores trabajos del realizador, es una pieza aseada y digna, que refleja talento, capacidad de puesta al día e inteligencia (5). Incorpora referencias críticas a prácticas que atribuye a personas burguesas, como el sadomasoquismo, la cirugía estética, etc.
La banda sonora, original de Astor Piazzolla (1921-1992) y dirigida por él, demuestra la soltura y experiencia del compositor en la creación de música de cine (realizó 44 bandas sonoras). Ajusta las melodías a las necesidades de la acción e impone en el film aires de modernidad, imaginación e innovación, de un brillante colorido. Se sirve de un pequeño grupo de músicos (piano, batería, contrabajo y clarinete). La fotografía, de Américo Hoss, ofrece una visualidad clara, nítida y bien contrastada, que combina belleza plástica y funcionalidad. Aporta largos planos secuencia, que transmiten emoción y elevan la importancia del relato. Presenta una grata exposición de magníficas telas de Antonio Saura (1930-1998).
(1) Hacia el principio del film se dice que Carmen tiene 21 años y está a punto de cumplir los 22. Hacia el final se dice que tiene 24.
(2) “ ‘La Boutique’ y ‘¡Vivan los novios!’ no comparten (...) unos vínculos directos con la obra anterior del cineasta, quizás por su cerrazón, por una cierta tosquedad compositiva o un tratamiento temático muy contenido, aunque no por ello menos eficaz“. Cf. Joaquín VALLET, “Influencia de Berlanga en Berlanga y en el cine español”, ‘Miradas de cine’, nº 61, abril 2007.
(3) Julio PÉREZ PERUCHA, “Luis García Berlanga”, IES Luis Garcia Berlanga (web), octubre 2007.
(4) Cf. Joaquín VALLET, Ibidem.
(5) José David CÁCERES, “Libros”, ‘Miradas de cine’, nº 73, abril.
La narración es rica en detalles, matices, indicaciones y sugerencias, de acuerdo con la madurez estilística de Azcona y las habilidades de Berlanga para la burla y la chanza. No es ésta una obra de humor franco y tumultuoso, que mueva a la risa directa. El discurso destila una carga burlesca de peso que se manifiesta en forma de pullas de profundidad, inmisericordes y demoledoras. Tiene interés comprobar cómo la mujer responde en la segunda parte del film a las deslealtades, desatenciones y abandonos del marido, siguiendo un plan de venganza sin concesiones, que nos acerca a la reflexión berlangiana sobre el dominio femenino (la mujer dominante), siempre visto desde una cierta misoginia (4). En el film el dominio de la mujer se ejerce a través de la esposa y de la suegra.
Olvidada, poco conocida y escasamente acreditada, “La boutique”, sin ser uno de los mejores trabajos del realizador, es una pieza aseada y digna, que refleja talento, capacidad de puesta al día e inteligencia (5). Incorpora referencias críticas a prácticas que atribuye a personas burguesas, como el sadomasoquismo, la cirugía estética, etc.
La banda sonora, original de Astor Piazzolla (1921-1992) y dirigida por él, demuestra la soltura y experiencia del compositor en la creación de música de cine (realizó 44 bandas sonoras). Ajusta las melodías a las necesidades de la acción e impone en el film aires de modernidad, imaginación e innovación, de un brillante colorido. Se sirve de un pequeño grupo de músicos (piano, batería, contrabajo y clarinete). La fotografía, de Américo Hoss, ofrece una visualidad clara, nítida y bien contrastada, que combina belleza plástica y funcionalidad. Aporta largos planos secuencia, que transmiten emoción y elevan la importancia del relato. Presenta una grata exposición de magníficas telas de Antonio Saura (1930-1998).
(1) Hacia el principio del film se dice que Carmen tiene 21 años y está a punto de cumplir los 22. Hacia el final se dice que tiene 24.
(2) “ ‘La Boutique’ y ‘¡Vivan los novios!’ no comparten (...) unos vínculos directos con la obra anterior del cineasta, quizás por su cerrazón, por una cierta tosquedad compositiva o un tratamiento temático muy contenido, aunque no por ello menos eficaz“. Cf. Joaquín VALLET, “Influencia de Berlanga en Berlanga y en el cine español”, ‘Miradas de cine’, nº 61, abril 2007.
(3) Julio PÉREZ PERUCHA, “Luis García Berlanga”, IES Luis Garcia Berlanga (web), octubre 2007.
(4) Cf. Joaquín VALLET, Ibidem.
(5) José David CÁCERES, “Libros”, ‘Miradas de cine’, nº 73, abril.