Cine del grande, de los clásicos de colección, poco que decir sobre esta historia de mafiosos en el contexto de la gran depresión, la explotación en los grandes puertos por salarios mínimos, sacrificios para tener complicadas vidas sin futuro; y perfectamente equilibrada por la amistad y por un romance sincero, una película desgraciada en búsqueda de la imposible felicidad.

Luego viene centrada en uno de los personajes más motivadores de la historia del cine, el valiente perdedor al que le comienza a aparecer la conciencia, la posibilidad de ser ese pequeño revolucionario que alce el pueblo, la delicada frontera entre el éxito y el fracaso a cambio de dejar de ser un sordomudo y convertirse en un chivato, todo bajo unos diálogos que van desencadenando en una violencia en aumento hasta un capítulo final cautivador, simbolismo de la lucha con la verdad bajo el brazo, una manera espectacular de encontrar la dignidad en vida que pocos pueden contar.