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Ferrari

Drama Verano de 1957. El expiloto de carreras Enzo Ferrari está en crisis. La bancarrota acecha a la empresa que él y su esposa, Laura, construyeron de la nada diez años atrás. Su tormentoso matrimonio se encuentra en medio de una gran crisis, mientras lidian con la muerte de su hijo. En esta crucial etapa, Ferrari tomará decisiones arriesgadas apostándolo todo en una única carrera que atraviesa 1.000 millas a lo largo de toda Italia: la Mille Miglia. [+]
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Críticas 44
Críticas ordenadas por utilidad
2 de abril de 2024
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
He ido a ver Ferrari con mucha precaución a causa de las críticas, bastante malas. Sin embargo, me ha gustado. Entiendo que pueda desconcertar a quien espere una vibrante historia épica, puesto que Ferrari es en realidad un drama sombrío cuyo tema es la muerte. El personaje del título es un hombre cerebral, perfeccionista, metódico, que no asume la alteración de los planes. El fallecimiento de uno de sus hijos por enfermedad y el accidente que provoca la muerte de unos espectadores (entre ellos, varios niños) durante una prueba automovilística rompen ordenes establecidos. La vida se convierte en una carrera a cuya meta no se consigue llegar, algo que no acepta. Y como el Homo Faber de Max Frisch, Enzo Ferrari consigue hallar su humanidad a través del dolor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Pais
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3 de mayo de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film basado en la biografía de Enzo Ferrari que toma como punto de desarrollo su vida ya de adulto y con la fabrica de automotores, si bien no consolidada, en proceso de hacerlo. Casi, salvo algunos pantallazos, nada de su juventud, ni de sus comienzos en el automovilismo, ni conocemos que lo impulsó hacia ello. Así y todo el film logra mostrar a un Ferrari problematizado no solo a nivel familiar (la muerte de su hijo y con una relacion terminada con su esposa) sino también en el aspecto comercial y a cuentagotas vemos los diversos manejos que hacia para mantener su fabrica a flote. Para ello apuesta casi todo a ganar una carrera que le daría el prestigio, reconocimiento y dinero para poder definitivamente despegar y no depender de nadie. También vemos la relación paralela con otra mujer (una siempre correcta aunque un poco desaprovechada Shailene Woodley con quien tiene un hijo ilegitimo) y el amor odio con su esposa, una composición muy buena de Penélope Cruz. Como Ferrari encontramos a Adam Driver quizás demasiado impasible para mi gusto, aunque reconozco no es mal actor, pero quizás con otro hubiera estado mas acertado. La dirección de Michael Mann es correcta aunque por supuesto uno lo recordará por otras cosas (la genial Fuego contra fuego) y no por esto.
gustavof42
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25 de abril de 2024
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A la naturaleza solo le da vida el hombre, según él: en la medida en que existe para extraer de ella lo que necesita, la naturaleza adquiere un uso, una utilidad, una dirección. El Ferrari de Mann y Adam Driver es un ser convencido de hacia donde debe apuntar para desprenderse de todo lastre material y emocional que pese sobre él. Las losas, cuarzo granítico del pasado que integra las montañas que surcan sus pilotos, solo existen debido a que él las lleva, pero no es tan fácil obviar el pasado.

Ya sea materializado por esa compleja (por extensa) red de inseguridades y proyecciones personales que interna su relación con su mujer, su amante, su hijo Alfredo y su hijo Piero; o por las - a ratos- menos importantes problemáticas económicas de su marca, hay cosas de las que no puede olvidarse. Su pasado se encarna en el presente, rasgando el control momentáneo que podía ejercer a través de sendas visitas al cementerio. El tema, con el que los críticos no han querido tener nada que ver, delata que no es un biopic al uso: está más centrado en una cuestión puntual y un momento histórico específicos.

Que la mayoría de cosas apeladas hayan transcurrido fuera de cámara en un pasado insondable podría ser un problema si no fuera porque te crees el relato que de ello hacen sus intérpretes. Driver siempre está correcto y Penélope Cruz sorprende gratamente. En sus intercambios discursivos hay una química corrosiva que funciona tanto cuando preparan los albores de la tensión como cuando el conflicto respira aires de esperanza. No obstante, es comprensible que se denote cierta impersonalidad en su fotografía y montaje, rígido y bastante menos vistoso de lo que Mann acostumbra. Pero desde luego que no es para recibirla como han hecho los críticos.

El corazón de este Ferrari es un motor que delega la mortalidad pero acumula consecuencias. Son muchas piedras por el camino y la ausencia de dolor es la apariencia necesaria para llegar a la meta sin derrumbarse.
Prometheus27
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20 de mayo de 2024
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La película se basa en la "Mille Miglia de 1957" y su importancia crucial para la supervivencia de Ferrari, como fabricante de automóviles.
Hay que empezar comentando que para las dos horas y once minutos que dura la película, te tiene que atraer el mundo automovilismo para atraparte a la butaca, pues se centra en un momento crítico de Enzo Ferrari divo de las carreras, aunque en todo momento hay que ser consciente que no es la vida de Enzo y ni de Ferrari, por lo que queda el filme un tanto anecdotario. Existe una película documental del mismo nombre del 2017, que cuenta lo mismo pero más extensamente en las carreras Ferrari, y que sirve perfectamente como complemento, histórico.

El largometraje es un biopic que no quiere conformarse con ser una película biográfica al uso, lo cual lleva a una serie de decisiones que definen aquello en lo que acaba convirtiéndose: una mezcla con algunos ingredientes fascinantes, pero que no terminan de dar forma a un plato realmente apetecible. Dicho de forma más clara, acaba siendo menos que la suma de sus partes, dejando la sensación de que podía haber dado mucho más de sí, la dirección nunca parece tener muy claro cuál es su verdadero eje dramático.

Los actores todos están bien en general, especialmente Penélope Cruz (Laura Garello), ante el poso dramático de sus escenas. En el que si alguien en este metraje, hubiera merecido un óscar, efectivamente hubiera sido ella. En cambio, Adrián Driver (Enzo) topa con la dificultad de hacer que el espectador se emocione, con la vehemencia de Enzo Ferrari por los coches y la velocidad.
El problema es que el guion les mantiene detenidos en una furia que ni avanza ni alimenta. Su director sigue ante esto, mostrando su talón de Aquiles en su narrativa trabajo.

El final la historia termina de una forma un tanto cortante, ya que quienes han leído o visto sobre la vida de Enzo Ferrari, hubieran deseado entrar en el famoso. juicio cuestionado de la XXIV edición de la Mille Miglia.

Como también creo que desde España se hubiera agradecido, que nos hubieran mostrado quiera era el español XI Marqués de Portago, un aristocrata deportista de múltiples deportes y gran playboy de 28 años, realmente un personaje muy peculiar, que llegó a definirse “ en que cuando el dinero te aburre y las mujeres no terminan de saciarte, el riesgo se convierte como una droga”; un tipo en el que tan solo 17, ganó 5.000 dólares en una apuesta temeraria ante pasar con una avioneta, por debajo del por puente de Londres, un piloto que cobraba 40.000 dólares anuales por ser piloto de Ferrari en los cincuenta, y que escribió a su novia una nota, teniendo fallecer en la carrera. Un personaje muy cinematográfico al creo se le saca poco provecho.
elsherpa
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1 de febrero de 2024
9 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La carretera con menos curvas

La historia de Enzo Ferrari, el creador de la marca italiana de coches de lujo está llena de hechos cuestionables. El retrato de Mann lo presenta como un hombre torturado que debe dirigir su empresa y su vida familiar con su mujer y su amante. Más allá de cualquier consideración, Ferrari presenta un biopic convencional, sin nada de particular.

La decisión de construir la película alrededor de la vida familiar de Enzo Ferrari podría pecar de amarillismo pero Mann consigue dotarla de cierto dramatismo. A pesar de que nos presenta una imagen falseada del empresario italiano, es un acierto tratar de hablar de la marca Ferrari desde el aspecto familiar. Sin embargo, eso hace que el drama automovilístico sea mínimo.

Ferrari no es una película arriesgada. Coge los elementos característicos del género y construye una base sólida para presentarnos al personaje y su mundo dentro de una atmósfera correcta. Aunque, reconozcámoslo, Michael Mann no será recordado por su Ferrari.

*Seguridad, sí, velocidad, no tanta

Ferrari es una película que cuenta con un gran director detrás. A pesar de no tener nada único, la película funciona perfectamente. Quizá no ofrece tanta emoción como debería, pues los únicos momentos con un poco de adrenalina son las carreras (y no hay tantas) pero el ritmo del film es bueno y no baja en ningún momento.

La mano de Michael Mann se ve en la elección de planos muy cerrados cuando la cámara se centra en Enzo Ferrari (Adam Driver) y sus tribulaciones. Precisamente el reparto es uno de los puntos claves para que merezca la pena ver Ferrari.

Adam Driver como protagonista vuelve a demostrar por enésima vez que es un gran actor. Cumple su papel y, para mí, supera a actuaciones de Oscar como la de Bradley Cooper como Leonard Bernstein en la reciente Maestro (2023). Pero destaca especialmente Penélope Cruz en su rol de Laura Ferrari, la esposa y fundadora junto con su marido, de Ferrari. Por último, Shailene Woodley que, como Lina Lardi tiene un papel que no le permite brillar pero que consigue tratar con solvencia.

*Pero... ¿y las carreras?

Lo mejor de Ferrari quizá sean sus escenas de acción. La carrera final y los momentos en que se intentan batir los récords de velocidad dan la adrenalina y emoción necesarias a una película que, sin eso, seria demasiado plana.

El montaje de las carreras es perfecto, con una estética que retrotrae a los años cincuenta y con unos coches espectaculares. Michael Mann demuestra que sabe colocar la cámara y trabajar la atmósfera de las carreras. Sin embargo, a Ferrari le podría haber venido bien un poco más de tensión con sus rivales, puesto que la otra marca italiana de lujo aparece como un ente que nos deben ir recordando que existe porque sino, como espectadores, nos olvidamos porque no tienen ninguna importancia.

*Conclusión

Ferrari es un biopic sobre el empresario italiano que fundo una de las sagas automovilísticas más importantes del mundo. La película transita por carreteras planas y rectas, sin mucha emoción, pero las actuaciones y la buena dirección de Michael Mann, sobretodo a la hora de grabar las carreras hacen subir una película convencional pero con un buen ritmo. A Ferrari le hace falta una puesta a punto en el taller.

Escrito por Guillem Uceda i Oliver
Cinemagavia
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