Destrucción

Después de un incierto inicio en su filmografía con títulos como ‘Æon Flux’ y ‘Jennifer’s Body’ y tras su paso por varias series de televisión, hasta alcanzar su mayor logro con su película previa ‘The Invitation’, la nueva película de Karyn Kusama demuestra que ha alcanzado la plena madurez como realizadora.

En ‘Destroyer’, Nicole Kidman hace una de sus interpretaciones más solidas de su carrera, dándole vida a Erin, oficial de policía quien 17 años atrás trabajó como encubierta para el FBI junto a Chris (Sebastian Stan), ambos fueron infiltrados en una peligrosa banda criminal liderada por Silas (Toby Kebbell).

En el presente, Erin luce devastada por el alcoholismo y las penas de la vida, con una vida fuera de control y sin la posibilidad de cuidar de su hija adolescente, pero al recibir un mensaje de Silas en su regreso tras años desaparecido, Erin debe rastrear su ubicación para confrontarlo ante una posible venganza de él, pero para ello debe hacerle frente a su pasado y sus secretos.

‘Destroyer’ sorprende por la solidez con que Kusama asume su narrativa, la cual transita entre diferentes saltos entre el presente y lo sucedido 17 años atrás, recurso bien aprovechado para conocer las circunstancias de la historia y como fue el recorrido que Erin debió transitar hasta llegar a este momento de su vida donde se la muestra demacrada y abatida, en lo que termina siendo todo un estudio profundo y vasto de su protagonista.

Con notas que refieren al cine negro, Kusama se muestra contundente como narradora, otorgando información en el momento debido, profundizando en donde es preciso y confiando en la enorme actriz con la que cuenta para darle vida a un personaje que se sale de la norma en cuanto a protagonistas femeninos, y con un trabajo de Kidman que otorga mucha fuerza a la narrativa empleada.

El aspecto del rostro de Kidman por momentos roba protagonismo, Kusama pone demasiado énfasis en colocar su demacrado rostro en primer plano, quizá más de lo necesario, pero esto al final no le resta valor a una película eficaz y precisa.

https://tantocine.com/destruccion-de-karyn-kusama/

Estimado filmaffinitista, esta es la mejor película que he visto en los últimos meses.

Un guion trabajadísimo cuya comprensión exige un pequeño esfuerzo (por eso tiene algunas críticas negativas por parte de los espectadores), un mensaje de sacrificio y superación (por eso tiene algunas críticas negativas de los críticos profesionales), fotografía y ambientación perfectas, una cámara que en cada momento está en el lugar más apropiado para reflejar los sentimientos de los personajes sin que ello perjudique la comprensión de la historia, ... yo creo que ya es bastante.

Ms Kidman (y su maquillador) sobreactúan un poco, pero quizás es lo que pedía la película.

Estoy tentado de darle el 8, pero no se lo doy por algunas trampillas del guion.

Interesante pero también algo extraña y polémica película policíaca, con mucho drama íntimo y persona aflorando en cada instante.
Kary Kusama, que a mi personalmente me encandiló en "La invitación", consigue en este caso un film hipnótico, irregular pero con varias excelentes escenas como la del robo al banco cuando la protagonista se topa de repente con el mismo siguiendo a una antigua compañera, o la última conversación con su hija.
Pero también deambula de forma algo farragosa en determinados momentos, otorgándole a su narración un tempo personal para mi gusto no demasiado convincente.
Con todo y con ello, la sola presencia de una soberbia Nicole Kidman (muy importante oírla en versión original) puede con todo y la cinta resulta entretenida y amena, sobre todo por mantener el interés en el espectador, quien, al final y por mor de la deconstrucción del guión de Phil Hay y Matt Manfredi, sorprende aunque también pudiera molestar un tanto, no en vano se puede tomar bien como una genialidad o también como una tomadura de pelo.
En mi caso no llega a lo segundo, pero sí que es verdad que parece que el equipo de la película ha pretendido trascender más de lo permisible, creyendo haber inventado la pólvora con ese final, que te puede dejar con más dudas que certezas. Lo dicho anteriormente, habrá a quienes les subyugue y otros a los que igual hasta les molestará.
Pero es indudable que Kusama saber dirigir, le otorga de una pátina personal al conjunto, con ese tempo empleado y aspectos de calidad como la música y el propio montaje.
Para gustos, pero no deja indiferente.

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Nicole, en lo bien conceptuada que te tenía, tu actuación es excelente, por eso el 2, la trama: pasable, el temita es que según todo el film podría haber durado 30 minutos, y eso siendo generoso, estirado como chicle de escolar pobre como el peor, quieren perder el tiempo: vean esta bazofia que todavía no entiendo como tiene un promedio de 5,8, y les puedo asegurar que me gusta el cine negro, me gusta el cine lento, pero este engendro es infumable, insoportable, y me quedé hasta el final porque no podía salir de mi asombro y de puro testarudo, por favor no pierdan el tiempo, un cordial saludo por leerme.

La directora del film, Karyn Kusama, tiene un escaso recorrido pero la producción ha comercializado convenientemente la idea de que Nicole Kidman hace el papel de su vida, que además, es feminista y, en consecuencia, empodera a la mujer. Lo del feminismo identitario, que en España está inundando hasta el telediario de Antena 3, me echaba para atrás pero pudo conmigo la curiosidad por averiguar hasta qué punto la australiana es convincente en un papel sórdido y de antiheroína que en nada tenga que ver con el glamour de sus habituales personajes.

El resultado no me ha satisfecho en absoluto. Aunque Kidman está bien y hace un buen trabajo, sin más, en su doble papel de joven y de madura, quiero señalar que, en su segunda caracterización, el exceso de maquillaje y la digitalización correspondiente convierten su expresión facial en una suerte de hieratismo del que lo que más se agradece es que desaparezcan los incipientes 'arreglos' que ya se vislumbraban últimamente en su rostro..

El vestuario de Kidman quiere contribuir a la decadencia física, adictiva y permanentemente depresiva del personaje pero lo hace hasta tal punto que condiciona enormemente el trabajo interpretativo de la actriz. Ya se sabe que tal tipo de excesos producen el efecto contrario. A ello contribuye también la predisposición de la realizadora hacia un cine que más que negro resulta sucio y contraproducentemente cutre.

Tampoco la saturación de flashback, en principio necesario debido al guión elaborado por Phil Hay y Matt Manfredi -seguro que con la colabración de Kusama, también guionista- permite mantener el ritmo y la vitalidad deseable en una historia más bien sencilla y nada novedosa a la que le sobra al menos media hora de metraje y perjudica un montaje que se resiente por ello. Hay incluso secuencias que no teniendo nada que decir, contribuyen a una monotonía de la que el espectador se resiente.

Correcta interpretación coral, cómplice banda sonora incorporada, buenas escenas de acción, fotografía intencionadamente obscura, buen movimiento de cámara. Las secuencias relativas a su vida familiar resultan un absoluto fiasco desde todo punto de vista.

Afortunadamente, la publicidad profeminista es absolutamente engañosa: el personaje no sólo está totalmente alejado de tal pretensión sino que más bien profundiza en el cultivo femenino de los deseos del macho macho. Lo cual no ha impedido que el título haya sido doblado al español con un añadido lamentable [Una mujer herida].

Tampoco creo que el doblaje de la voz de Kidman, en la versión española, contribuya al éxito de la película.

Nueva y convincente Nicole Kidman, pero poco más en un cine más sucio que negro [6 sobre 10]

El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2019/03/02/destroyer-una-mujer-herida-eeuu-2018-de-karyn-kusama