La carta esférica

-Correcta adaptación de Uribe. Creo que hay que tener precaución al ver una adaptación de una novela al cine, porque muchas veces se echa a perder la que nos construimos nosotros en la imaginación. Es comprensible que en la película falten muchas cosas que salen en el libro, pues harían falta muchas horas de metraje para eso, pero en este caso se puede decir que es bastante fiel a la realidad. Se han cambiado pocas cosas; El personaje de Tánger Soto la protagonista, que en la novela es rubia con el pelo cortado recto a la altura de la nuca, y Aitana lo lleva negro y largo, el nombre del barco y el final que en el libro es más trágico y a mi juicio mejor y con mas sentimiento. Puede ser que en esto tenga razón Uribe, en una película alomejor no funcionaría el mismo final que en una novela, que siempre es mas personal. Además de que Pérez-Reverte no sólo ha estado de acuerdo sino que también ha ayudado. Imanol Uribe dice que se enamoró de la novela nada más leerla, yo tambien. La leí un mes de Agosto de vacaciones y estuve todo el mes influenciado por ella, es una bonita aventura con unos personajes que calan hondo. Coy, el bravo marinero noble que se enamora de Tánger, mujer fatal que dá una de cal y otra de arena, muy inteligente y también brava cuando se trata de conseguir lo que quiere. Aún sabiendo que es su perdición Coy la seguirá hasta el final. Naturalmente prefiero la novela a la película, pero como digo es una buena adaptación, rodada cámara al hombro, parte de ella en un pequeño velero lo cual tiene su mérito, los personajes son creibles, se ve que se han metido de lleno en el papel, sobre todo Carmelo Gómez y Aitana, que parece mucho más joven en la película. Este es un género que lo asociamos a Hollywood y nos parece que no se pueda hacer una buena película de aventuras Española, la verdad es que hay pocas y esta creo que es una de ellas. Quizá esa voz en off esté de más, cosa que se comenta en las críticas. En fin, una peli de piratas y tesoros de ahora.

-Saludos-

La película va de menos a más. Al comienzo pensé que iba a ver la típica adaptación a una novela de Pérez Reverte (no sé que pasa con sus novelas, que luego el cine español las estropea) y se ven un tanto forzadas interpretaciones de los protagonistas.

Pero poco a poco los dialogos se ven menos forzados (desaparece la voz en off, recurso adecuado si no es muy largo, - si no es para sustituir con palabras lo que el personaje debe dar a entender con la interpretación-) y se vuelve a ver al Carmelo Gómez de siempre.

La música excelente.

Decía el amigo Pérez Reverte que es un gran amante del cine de piratas, y de aventuras en general, y por ello la mayor parte de su obra tiene esos tratamientos, especialmente Alatriste o la sosísima El cabo de Trafalgar. La adaptación de esta es la nueva muestra de que, o el material sobre el que se basan es malo, por decirlo sin rodeos, o que el amigo Arturo está gafado a la hora de ver sus libros llevados a la pantalla. Si todas sus adaptaciones se cuentan por enormes decepciones, no iba a ser menos La carta esférica, donde todo parece un gran despropósito desde el primer fotograma al último, donde un habitual (mediocre) de nuestro cine como Uribe pone la cámara para filmar de la manera más anodina, desinteresada y cutre posible una historia que se acaba convirtiendo en un descafeinado intento de contar una película de aventuras y acción, y en donde las armas que deberían hacer fuerte a la cinta, como la tensión o la aventura, no aparecen por ningún lado, y con un tratamiento del guión que más bien parece un esbozo de lo que podría haber sido un guión más que interesante.

El primer gran error es colocar una voz en off al comienzo de la historia, como si de una cinta de cine negro se tratara. Aquí, la sosa interpretación de Carmelo Gómez hacen parecer la voz en off como una pantomima, un recurso realmente cutre y sin fuerza alguna, ya que no todos somos Morgan Freeman, y para dar más sinsentido a la película, deja de aparecer a mitad de película. También le sobra a la película ese aire de grandilocuencia tan habitual en la forma de ser del escritor. Falta esa humildad para saber que se trata de una mera novela para leer en un viaje en bus de Madrid a Burgos y poco más, y que no es Las uvas de la ira ni Los sierte pilares de la sabiduría. Una mera historia de un barco hundido y su anodina búsqueda, que más bien podría haber servido de base para un documental de esos que ponen con los de los animalitos en La 2.

Esto se extiende también al apartado actoral. Unas actuaciones que rozan el ridículo, con Carmelo Gómez yendo y viniendo, malito porque su chica le hace putaditas, y unos aires de perdedor con supuesto carisma tan manidos como poco efectivos, con una Aitana que se pasa toda la película poniendo cara de afectada y alguna risa incomprensible en algún momento, siendo una femme fatale que dista mucho de aquellas grandes mujeres del cine. Enrico Lo Verso aparece y desaparece según manda el guión sin que sus motivos sean más que lo que está en el guión, porque sí. Pero la culpa de todo es del guión y del director. Si supiera qué tiene qué contar y cómo ha de hacerlo, no se habría convertido en una parodia casposa del cine de piratas y aventuras, y una dirección pésima, una puesta en escena pésima, donde en ningún momento se sabe qué pretende conseguir con la angulación de la cámara en determinados momentos, y un montaje digno del primer día en la sala de edición de la facultad de audiovisuales.

Errores de casting y de dirección de actores e interpretación. Esquematismo y frases que suenan falsas. Carmelo Gómez, Aguirresarobe y Mendizábal son lo único que sale a flote. Nunca mejor dicho.

¿Por dónde empiezo? Siempre me pregunto como debo transmitir la sensación que me ha producido una película sin quedarme corto y es que tiendo a sintetizar demasiado y al final la peña no se entera de nada.

Pues bien, está película es de esas que empiezas a ver y desde el principio todo te resulta confuso, no sabes el que es, pero hay algo que apesta, que no cuadra y que hace que todo salga forzado, inconexo y a trompicones, empiezas a sentir sueño y te preguntas si será un bache de la película, pero obviamente no lo es.

La historia no interesa, el guión es flojo y predecible. No se si es que tengo la suerte de ver películas sobre Pérez Reverte que son malas adaptaciones o es que sus libros son también penosos (va por "Alatriste").

El reparto, buffff... Carmelo Gomez es el único que se salva de la película según algunos, y una mierda, es la actuación mas patética que recuerdo, con su muletilla de "¡me cago en mi pena negra ¡" que le salía forzadísimo, su manera de enfadarse no tiene nombre ni perdón, se me saltaban las lágrimas de la risa. Esas escenas con su compañero, al que llama "Piloto", y que pretenden generar empatía y complicidad entre ellos son tan falsas que no se las cree nadie. Esa pretendida hombría y valentía de Carmelo no le pega ni con cola, no sé si es fallo suyo o de casting. Que consté que no tengo nada contra ti, Carmelo, me encantaste en "El perro del hortelano", un papel más acorde con tu planta, mas de época, pero has de reconocer que esas camisas por dentro de los pantalones, y esas anchuras no te dan para hacer de persona de mala vida, más bien de abogado, de cura o padre bueno, pero no de pirata, ni por el forro.

Aitana, ¡hay!, cuanto me gustabas, sobre todo en "Boca a boca", pero también pasan los años por ti, no por tu cuerpo, que sigue estando muy bien para tu edad, pero si por esta interpretación, que no te hace justicia. En los polvos que le hechas a Carmelo, parece que te están quitando las muelas del juicio sin anestesia, ¿y esos chillidos? ¿esos movimientos arrítmicos?, obviamente no había mucha química con Carmelo, o que se te contagio toda la "magia" de la película.

Los secundarios son de lujo, un guiri que no se le entiende nada y un calvo que solo hace que mirar con cara de súper chungo pero que luego pilla más que ninguno. A "piloto" le voy a dejar vivo porque tampoco se le ve demasiado.

La música contribuye al sueño en esta película, en la que no voy a salvar nada porque no se lo merece.

No le he puesto menos puntuación porque he visto verdaderos truños.