Delta Force

Obra maestra de acción ochentera. Políticamente incorrectísima bajo los tiempos que corren, sectaria, prosionista, patriotera, imperialista... En definitiva, MARAVILLOSA película para pasar dos horas pegado al sofá sufriendo con los pasajeros del avión (menudos 45 minutos iniciales literalmente acojonantes), rabiando de impotencia ante los dirigentes libaneses que abandonan el avión a su suerte, vibrando con la llegada de la Delta Force, emocionándote ante el heroismo de sus miembros y aplaudiendo hasta la extenuación con ese final espectacular del tito Norris reventando con su moto a Robert Forster (en el mejor papel de su carrera hasta que Tarantino le recuperó para "Jackie Brown").

Imprescindible para los amantes del cine de acción que no se la cojen con papel de fumar.

Mareante cinta de acción y suspense del mito Chuck Norris y del cabreado lee Marvin. Solo recomendable para quienes les gusten las películas cutres de los 80 y para los incondicionales de Chuck Norris, demás personas sensatas, abstenerse.

De hecho creo que debería considerarse como un drama cómico de acción. Drama por lo que ocurre en lo que a los secuestrados se refiere. Cómico por todas las situaciones de risa como la deducción de Lee Marvin de cuantos terroristas hay en el avión... "2, es logico que así sea". Acción por las persecuciones y demás matanzas.

A destacar la moto de Chuck Norris multifunción: lanza cohetes, mortero, ametralladoras y como no Chuck Norris, todo ello autodirigido. Estas navidades se la pido a los Reyes.

Me pareció bastante gracioso como el director se rió de Chuck Norris en la escena que va al cementerio con el cura y se pone a mirar el cuartel guerrillero con unos prismaticos con cara de besugo y en el siguiente plano sigue mirando por los prismaticos con la misma cara pero ya desde una furgoneta. ¿Le quiso decir algo el director?

A fines de los setentas, leí de chavalín en Geo Mundo, que los Estados Unidos de Norteamérica entrenaba en las junglas de Panamá a un misterioso cuerpo de élite, conocido como los boinas negras. Un grupo destinado a combatir el terrorismo. Delta Force, es la primera película que da a conocer a dicho grupo, si mal no recuerdo. Es una película que no pretendió acaparar los premios de la academia. Ofreció drama, suspenso y acción. Hizo referencia a hechos reales, que en el tiempo algunos olvidan y otros desconocen (rescate fallido de rehenes norteamericanos en Irán, secuestro de avión comercial y asesinato de un pasajero que era miembro de las fuerzas armadas de Estados Unidos de Norteamérica).
La historia ofrece dos partes: el secuestro y el rescate. Cada parte tiene los personajes que la desarrollan y lo hacen de maravillas. El rescate muestra un trabajo de equipo y se hace concesión a Chuck Norris para que se luzca con sus conocimientos de artes marciales, que es algo que todo su público espera ver en sus películas. La banda sonora es pegajosa, la historia es interesante y permite pasar el rato.
Quienes desean despotricar contra la película y Chuck Norris, pierden su tiempo: éste es cine B; si quieren ver interpretaciones magistrales, vean Gladiador, El Paciente Inglés y las películas de Bugs Bunny.

Cuando uno vuelve la vista atrás para acordarse del cine de los años 80 a menudo le resulta difícil oprimir una sonrisa de sus labios, el torrente de recuerdos infantiles, generalmente traviesos e incluso maquiavélicos, produce una vívida sensación de felicidad… Si los recuerdos nos remiten a las películas de Dino de Laurentis o especialmente las de la Cannon, estos se tornan en lujurioso torrente de risotadas y momentos “underground” realmente añejos y emotivos.

Pero basta de tostón y vamos al grano, y este era oro molido, Chuck Norris (símbolo de la virilidad absoluta), jefe de los Delta Force amén de otros benéficos atributos se junta con un vetusto Lee Marvin (su última película) para darle una lección a un malvado moro bigotudo que secuestra un avión lleno de yankees y judíos, un tío con huevos qué duda cabe. Las consecuencias implícitas de tal exaltación, un tanto arrogante, del poderío yankee en tal argumentación para un filme de acción a nosotros en aquella época nos daban exactamente igual… Lo que queríamos era ver a Chuck pegar tiros con una UZI, (su manera de repartir las balas entre los enemigos es insuperable) dar coces como si fuese un asno, perdonar vidas a diestro y siniestro y ver por ejemplo como tres moros malignos saltaban por los aires debido a una granada que les caía a los pies y que tardaba en estallar eternos segundos, amén de parecer una bomba de 5 toneladas… Además salía nuestro entrañable amigo Steve James dando caña y pegando tiros como el que más, así como una amalgama de fantasmadas que solo hacían añadir aroma y sabor a semejante mejunje que acababa invariablemente con el malo dando de bruces en el suelo por una hostia de Chuck mientras sus miembros perdían vigor y lo abrazaba la oscura muerte.

Rodada en Israel, con un reparto lleno de viejas glorias de la industria en los 60-70, cuenta con una banda sonora mítica compuesta por ni más ni menos que Alan Silvestri y por supuesto toneladas y toneladas de diversión ceporra de la mano de los inolvidables Menahem Golam y Yoran Globus.

De lejos lo mejor que ha hecho Chuck, su película más entretenida (teniendo en cuenta que dura más de 2 horas), mejor dirigida y con el mejor reparto. Tal vez a ratos se extrañe las características peleas de artes marciales pero se ven muy bien compensadas con espectaculares persecuciones, explosiones y tiroteos.

Una pena que Chuck haya degenerado en subproductos clónicos y repetitivos aún cuando estaba en su mejor momento, “Delta Force” es una entretenimiento imperdible para todos los amantes de la acción.