Transamérica

Una pequeña joya del cine independiente norteamericano, que habla honestamente de la aceptación.
Una historia que retrata tan bien tanto los conflictos y discriminaciones que sufre una persona transexual, como los de su hijo, cuya madre se suicido, y a quien su padrastro violaba, para luego irse y volverse un prostituto y drogadicto, todo eso retratado en una comedia dramática, la de humor negro, pero también de momentos conmovedores, que logra muy bien manejar los 2 géneros, sin que les salga un despropósito.
Lo que me resulta curioso es que esta propuesta no se llevó ningún Oscar, ni siquiera a mejor actriz, un verdadero robo, ya que Felicity Huffman está increíble, mientras este año una película insulsa, mucho menos atrevida y lograda como Moonlight, si.

Si bien es cierto que un primer visionado es satisfactorio, es de esos films que requieren de un segundo para apreciarla y valorarla correctamente. El film narra la historia de la vida de una mujer transexual que experimenta un giro insólito al averiguar que antes de su operación de cambio de sexo tuvo un hijo, un adolescente que se dedica a vagar por las calles de Nueva York. Pero hablemos en plata: la cinta se sostiene gracias a la increíble, portentosa y maravillosa interpretación de la actriz Felicity Huffman (que, por aquel entonces, rozaba las mieles del éxito gracias a la serie de televisión Mujeres desesperadas). Huffman coge la película, se la pone sobre los hombros y el guión, genialmente escrito a modo de road movie y evadiendo todo tipo de sentimentalismo barato o de manual, camina de la mano con ella forjando la relación entre padre/madre e hijo a medida que van pasando los minutos.

Aún hoy me pregunto por qué Huffman no tiene en su casa la preciada estatuilla dorada porque, seamos sinceros, la merecía. Además, el buen trabajo de los secundarios (mencionar especialmente a la divertida Fionnula Flanagan y el sorprendente Kevin Zegers) hace irremediable hablar de lo acertado del casting. Cabe destacar también una preciosa fotografía repleta de naturalidad y sencillez, como la banda sonora (muy estimulante en la que destaca la canción de Dolly Parton Travelin' Thru), como todo el film en su conjunto. Transamérica es la clase de película pequeña que se hace grande según pasa su metraje. Con un tono amable y, a través de su simpatía, el film se gana el corazoncito del espectador, gracias a sus buenas interpretaciones y a su buena dirección.

Aunque el planteamiento inicial es muy atractivo, resulta poco creible la ingenuidad que muestra un adolescente que ha vivido mucho y muy difíciles experiencias. Para mi, eso le resta mucha credibilidad a la trama general de la película.

Bueno, yo creo que es la típica película de temática regional americana, pero la aplican a una cierta trama gay esta vez. Esta bien si experimentas un poco de llamamiento hacia esta materia, pero no tiene nada esplendoroso. Sirve como espejo de deliberación de viables espectadores de preferencias transexuales fundamentalmente, pues alberga bastante carga dramática y lacrimal, pero, en fin, es pasable.

Film perteneciente al cada vez menos creíble cine independiente norteamericano donde se nos relata con armonía las aventuras y desventuras de un transexual a punto de operarse cuando recibe la ‘bomba’ de que su hijo que, naturalmente, él/ella ignoraba de su existencia, ha sido capturado por tenencia de drogas. Así empieza esta aventura en la cual conocerá a su hijo emprendiendo un viaje de ida para cumplir el trámite y de vuelta de reencuentro de sentimientos y descubrimiento de otros.

Road movie donde emergen dos personajes desconocidos entre ellos, él/ella lleva una vida ordenada y correcta cuyo único deseo en su vida es costearse y poderse hacer una operación de cambio de sexo y el chaval que, hasta ese momento, llevaba una vida deshechada, con una infancia y adolescencia muy dura cargando sobre sus espaldas y, podríamos decir, que también tiene su propio deseo: triunfar como actor.

Una road movie más con pocas sorpresas y un final obvio, me explico, personajes de entrada y salida que van surgiendo durante el viaje, que van aportando ritmo a la narración, el sentimiento mutuo que van receptando día a día, aunque dichos sentimientos tienen fines diferentes y que aquí no voy a explicar.
Las interpretaciones en esta peli son la clave, son el fundamento para tirar adelante el proyecto y que, a continuación, os detallo:

Para empezar nombrar a la omnipresente Felicity Huffman (imparable desde la notable serie ‘Mujeres desesperadas’) ganadora del Globo de Oro y súper candidata al Oscar, ella es el peso del film, ella lo es todo, esa finura, esos andares tan rectos, ese glamour, y….esa voz, qué tremenda voz, me llegó al alma (imprescindible en V.O.) tan rompedora, tan sensible, la escena donde rompe a llorar, nos inunda la sala y nosotros nadamos en ella, qué gran mérito, una actriz interpretando a un hombre que se quiere convertir en mujer y lo hace excelentemente, de hecho, es mi favorita al premio.
De los actores secundarios destacaré a Fionnula Flanagan (la ama de llaves de ‘Los otros’), haciendo de madre y que a mí me pareció un poquitín drag queen con esos vestidos snobs, la hubiese nominado y a Burt Young (el cuñado de Rocky Balboa).

El 9º pasajero