Criminal y decente

Martin Cahill, además de ser el personaje que interpreta Spacey en esta película, fue un dublinés real que trajo de cabeza a media Irlanda durante el último tercio del siglo pasado. Necesariamente hay que partir de cuatro datos históricos:

- Criminal organizado, Cahill llegó a tener una cierta notoriedad en los medios, y los propios periodistas, para denunciar sus prácticas sin arriesgarse a una citación por difamación, comenzaron a llamarlo “El General”.
- En agosto de 1994, un par de matones le descerrajaron un tiro en la cabeza. Todavía hoy se discute quién pudo dar la orden. Y no faltan candidatos.
- Tras su muerte, el periodista Paul Williams, responsable de la sección de sucesos del "Sunday World", publicó su biografía “El General”.
- En 1998, John Boorman dirigió un biopic británico titulado "The General", protagonizado por Brendan Gleeson y John Voight, basándose en el libro de Williams. La película ganó el premio a la mejor dirección en Cannes. Y merece, de sobra, capítulo aparte.

¿Qué intereses no confesables movieron y financiaron la producción irlandesa que nos ocupa? ¿Alguien consideró tal vez que este famoso sujeto del Ulster debía ser glosado con tinta de trébol? Para el resultado tanto dan unas razones como otras.

Thaddeus O'Sullivan, tuvo el desparpajo de firmar este ¿remake? de la película de Boorman ( porque la historia, aunque con mucha menos gracia, no deja de ser la misma ) sólo dos años después de que la primera triunfara en Cannes y en la taquilla. En “Criminal y Decente”, las hazañas de Cahill no desarrollan sentido ético alguno, todo parece lineal e intrascendente. No se entiende su liderazgo, ni su poder de seducción, ni cómo alguien que poco más que sonríe pudo llegar a generar tanto odio hacia su persona. Y si lo hizo ¿cómo pudo durar tanto?

Durante toda su vida, Cahill ocultó su rostro a los medios, y fue muy raramente fotografiado. Con qué gracia mitogénica aprovechan Boorman-Gleeson este hecho, y qué torpemente es utilizado por O'Sullivan-Spacey.

Qué duda cabe: Kevin Spacey, Peter Mullan, y Linda Fiorentino son un reparto de altura. Y salvan los muebles de un biopic inútil que si tuvo algún objetivo, en absoluto lo alcanzó. El personaje no gana en decencia, ni en simpatía, ni en nada de nada… Tal vez el objetivo fuera desmitificarlo. Pues tampoco. Eso también hay que hacerlo con cierta gracia, y para cualquiera que vea ambas cintas, Cahill siempre tendrá el rostro de Gleeson.

Le pongo un 6 porque puede servir para que alguien se interese por la figura del criminal irlandés, y así descubra las fuentes de Williams y Boorman. Por lo menos Boorman. Es el único interés que despierta, ciertamente. Y por mis niños que no hay que ser pro-británico ni anti-casinada para opinar así.

Totalmente de acuerdo con la crítica anterior. El criminal e indecente Thaddeus O'Sullivan, a buen seguro subvencionado por el Estado irlandés, hubo de justificar una película realizada sobre "el general" bajo la bandera del trébol, ya que John Boorman dos años antes filmó la magistral El general; película biográfica del ladrón y pillo más grande y famoso del Ulster, y bajo bandera británica.

Y ya ven... elaboran un producto en que lo explícito se torna grotesco y en el que los principios del héroe de la película de Boorman se pisotean por doquier. En El general la lucha entre el ladrón y las fuerzas del órden guardaba un sentido ético (la lucha del pobre contra el rico) y además la realización del director le añadía un sentido estético (una fotografía acojonante). En Criminal e indecente, O'Sullivan nos presenta a un pillín intocable (lo contrario de su predecesor) que va sencillamente a la pasta por la pasta y además adolece de maestría en casi todos los apartados técnicos.

Es pues, una truñada bobalicona para loa del amigo Spacey quien en el año 2000 todavía seguía siendo el actor de moda. Muy flojita.

Hice mal, pero por casualidad. Antes de ver esta cinta, cosas del destino, estuve viendo The General de John Boorman.
Y cual fue mi sorpresa, que es la misma historia, bueno...casi. En esta versión nuestro irlandés mágico se saca de la manga una sucesión de eventos, que la verdad, dudo que si no has visto The General, les veas la coherencia, y es que el hombre va al trapo, explicaciones o desarrollo "pa que"...
Como comedia tiene algún puntillo, como drama no vale un duro, y de intriga tiene la justita, ya que nunca se acaban de enlazar los hechos...y el final pastelero es increible, ni en las de Van Damme se ven resoluciones tan patéticas.
El Spacey debiera elegir con un poquito más de cuidado sus papeles, y aunque las comparaciones son odiosas, Brendan Glesson en la de Boorman, está infinitamente mejor.

Si no has visto El general John Boorman (mas que redundante, diría que es inevitable sacarla a colacion, dado lo descaradamente similar de la trama), te puedes enfrentar tranquilamente al visionado de esta que nos ocupa, ya que se trata de una entretenida película que a pesar de no entusiasmar, te hará pasar un rato entretenido (además, salen los casi siempre fiables Kevin Spacey y, Peter Mullan, acompañados para la ocasión con la guapísima y sensual Linda Fiorentino).
Si por el contrario has visto la de Boorman o leído el magnífico libro homónimo escrito por Paul Williams, puedes (diría, debes), saltártela pues no podrás evitar visionarla con rechazo y recelo, nublando a buen seguro tu buen juicio. Pues eso….

Dejando de lado los comentarios ajenos a esta película -y que "The general" es mejor, lo sé-, de "Criminal y decente" se puede decir que es capaz de hacer pasar un buen rato. La ventaja es que no abusa de nada. La intriga, la acción, la sátira a la ética y, si me lo permiten, profesionalidad de ladrones y policías están en su punto justo. Nada rebosa ni hay momentos de pesadez. Argumento sencillo, sin grandes golpes de guión ni giros de esos para la historia. Un pícaro atracador con sentido del humor que me hizo recordar "Bandits"; pero a diferencia de aquella, esta cinta no pierde el hilo.

En cuanto a Kevin Spacey, parece destinado a mejorar con su encanto único todas las películas en las que actúa. Como "gángster de familia" no está nada mal, y encarna a la perfección ese sentimiento de granuja un tanto consentido. A buen seguro que otra cosa hubiera sido "Criminal y decente" sin él.

En fin, creo que un 6 sobre 10 es justo: al fin y al cabo, es muy entretenida, todo sin efectos especiales y en 90 minutos.