Distorted

Te mantiene medianamente expectante tratando de descifrar si los mensajes subliminales que oye y ve la protagonista son parte de sus traumas o realmente forman parte de un plan macabro. Sin embargo el desenlace resulta absurdo y tira toda la propuesta por la borda. No me convenció.

En realidad la película hace honor a su nombre, y es lamentable por que la premisa a simple vista era prometedora, una mujer de nombre Laurent (Christina Ricci) con trastornos de personalidad junto a su esposo Russel (Brenda Fletcher) deciden alejarse de la bulliciosa y atormentada ciudad, para alojarse en un condominio de lujo llamado The Pinnacle de esos donde la paz, la tranquilidad y la armonía viven tomadas de la mano con sus residentes, en este nuevo hogar el señor Russel tiene la esperanza de que su esposa comience una nueva vida, alejada de las pesadillas que la atormentan, todo parece ir muy bien en este nuevo hogar, hasta que Laurent comienza a sospechar que el propietario del edificio esta utilizando a sus residentes (sin que ellos lo sepan) para un estudio de telepatía sintética, conocido popularmente como lavados de cerebros.
Si hay un film poco convincente es este, y en gracias a su director que fue incapaz de entregarnos algo decente por lo menos, tenía todo para entregarnos un buen thriller psicológico y no lo hizo o no lo quiso hacer..
El director Rob W. King no fue capaz de generar una atmósfera de interés en la película, pero en cambio si logra crear una confusa, desinteresada y hasta aburrida, para ser una película de acción y suspenso, las escena son de poca ayuda, lo mejor de lejos, lo más salvable del film es la actuación de Christina Ricci, si hablamos del personaje de John Cusack (Vernon) su actuación parece forzada no transmite absolutamente nada, trabajo en este film por unos simples dólares, así de simple, ya no hay mas nada que decir, si desea por lo menos pasar un buen rato viendo un buen thriller psicológico, no deje de ver Get Out o The Manchurian Candidate.

Hace un largo tiempo que la talentosa Christina Ricci no es protagonista de algún film de cierta calidad, este último no es la excepción, se nota que que es de bajo presupuesto, el argumento es sencillo, parece calcado de alguna película de los años 50, de aquellas que veíamos un sábado a la tarde, cuando eramos niños, lo que se dice de clase B , cuyo argumento simple ( un plan siniestro del gobierno para controlar la mente de la gente), genera en el espectador un aburrimiento total. Pero hay que destacar algo, la sólida actuación tanto de la protagonista como la de el experimentado John Cusack, el resto del elenco de ilustres desconocidos, hacen lo que pueden para salvar este mediocre largometraje. Mi humilde consejo para esta sobresaliente actriz ( que supo ser ) , es que elija mejores papeles ya que caerá en el olvido de la pretenciosa audiencia de cine.

La película tiene un buen argumento, el control mental, pero un guión y dirección muy malos. Las actuaciones también dejan bastante que desear, aunque también estuve influenciado por un doblaje malísimo. Algunas escenas no tienen el sentido que querían darle el director y el guionista, o al menos no se entienden y otras están metidas con calzador y se nota demasiado. Se salva un poco la actuación de Christina Ricci, mejor actriz de lo que demuestra en estas películas. Cusack en horas bajas aparece en la segunda parte de la película y tampoco podemos alabar mucho su trabajo.

En resumen, se salva el argumento que con un buen guión y mejor dirección hubiera dado mucho más de sí.

Producto mediocre tipo serie B, con dos actores de renombre que no logran sacar a flote un filme que presenta un guion y una dirección pobre. La trama principal aunque tiene buenas intensiones, lo cierto es que no logra crear la atmósfera de suspense y tensión psicológica que exige este tipo de películas.

El papel de Cusack es realmente malo y el de Ricci (la pobre con una carrera estancada desde hace tiempo) es cumplidor, pero nada más. El primer acto nos describe a los personajes, en el segundo acto se logra cierto avance en cuanto a la aparente relación entre la enfermedad mental de la protagonista y los extraños sucesos que suceden en el edificio y en el tercer acto se finaliza la trama de forma mediocre, con algunas escenas que evidencian una pobreza técnica, actoral (secundarios) y presupuestal de cuidado.

El mensaje final se torna algo conspiranóico, aunque no deja de ser lo más interesante de la película. Tal vez desaprovechado si se hubiese profundizado más en la relación y los comportamientos de los residentes del edificio con el experimento digital.