Nómadas

Sorprendente película y opera prima de John Mc Tiernan ("Depredador") que por otra parte también es la única de toda su filmografía en la que el guión aparece firmado por él mismo.
Partiendo de una premisa interesante, el film aborda una temática fantástica muy atractiva gracias a sus toques antropológicos y a su ubicación urbana. El director mezcla y hasta traza algunos paralelismos entre ciertos pueblos primitivos, con sus mitos, estructuras, rituales, etc, y las tribus callejeras que poblaban las grandes ciudades (Los Ángeles en este caso) durante la década de los 80.
Es una película que, a pesar de no ofrecer muchos sustos o escenas de terror convencionales, consigue inquietar con su gran atmósfera, el clima pesadillesco que posee y el ambiente de misterio que envuelve toda la historia.
He leído críticas que la acusan de ser una película confusa, pero, a mi juicio, no creo que resulte difícil de seguir o comprender. Es cierto que el guión tiene algunos cabos sueltos, pero la historia es buena y si te metes en ella puede resultar incluso fascinante. Posiblemente llevan más razón los que dicen que las caracterizaciones de los personajes perversos no ayudan a generar demasiado miedo o amenaza, tampoco la música parece ayudar al respecto, pero son precisamente esos aspectos, con los que el director ha corrido un gran riesgo, los que dan el toque de mayor originalidad al film. También es verdad que el potencial de la historia era enorme y daba para más, pero el resultado final para mí sigue siendo muy notable.
El reparto es curioso, pero las interpretaciones son, en líneas generales, bastante satisfactorias. Al margen de la pareja protagonista: Pierce Brosnan ("Murder 101") y la musa inglesa Lesley-Anne Down ("Pánico en el bosque") que cumplen con corrección, hay que destacar a la también habitual del género, Mary Woronov ("Hellhole") y al líder del grupo Adam and the Ants, ambos muy eficaces aún sin pronunciar una sola palabra durante todo el metraje. Interesante también la dirección de Mc Tiernan que mantiene siempre un buen pulso narrativo y nos ofrece dos o tres secuencias a cámara lenta que se encuentran entre los momentos más destacados del film.
Estamos ante una cinta ochentera diametralmente opuesta a casi todo lo que se hacía por aquellos años. Esa es otra de las razones que la hacen muy recomendable.

Fallido debut de John McTiernan en el cine con una película confusa y rara que fue un fracaso de taquilla y crítica. Cuenta la historia de un antropólogo que antes de morir en un hospital contacta con una médico a la que transmite su poder para ver a los nómadas, criaturas que vagan por el mundo sin rumbo fijo en busca de personas que sean capaces de verlos. La historia está contada de una manera un tanto deslavazada y lo que cuenta es también bastante raro. No obstante no es tan mala como dicen y se deja ver con interés por ser de quien es y por su competente pareja protagónica.

Todos los directores tienen que empezar por algún lado y John McTiernan empezó con esta película protagonizada por Pierce Brosnan y Lesley Anne Down. Si alguien espera ver una película de la calidad de 'Depredador' o 'La jungla de cristal' hay que advertirle que espere cualquier cosa.

La premisa inicial era prometedora, y digo era porque el guión (obra del propio McTiernan) se encarga de boicotearlo, sobre todo en el tramo final que, donde se debería dar respuestas a las incógnitas planteadas durante el metraje, se vuelve un mar confuso de acontecimientos y con la última escena ya se me caen los huevos al suelo.

Me recuerda al caso de Tony Scott. Tanto el fallecido director como McTiernan son conocidos por sus cintas de acción, aunque empezaron con filmes totalmente distintos. Al menos, el debut de Scott con 'El ansia' era más fácil de entender porque con esta a ver que explicación se le saca. Las intenciones del director de 'El último boy scout', entre otras, no dudo de que eran buenas, pero escribir guiones no parece ser su fuerte. De hecho, este es el único guión que ha escrito hasta el día de hoy (si bien parece que volverá a escribir en su regreso a la dirección con 'Tau Ceti Four').

Este es un trabajo que no será recordado por los siglos de los siglos, pero sí que al menos tiene la curiosidad de ver el debut de uno de los grandes directores del cine de acción de los 80 y 90. Y ya está.

Quién lea el título de mi crítica pensará que me ha sentado mal la ensaladilla rusa que tomé en el chiringuito. Quizás. Pero el primer, y fallido, filme de McTiernan, pretendía crear sensaciones y angustias propias de los thrillers del orondo genio británico. De hecho, parece ser que el propio director confesó que quería darle al filme ese aire hitchcocktiano y por eso, según la protagonista, la ninguneó, al no ser el prototipo de rubia que tanto le gustaba al británico.

El caso es que aquí tenemos unos seres sobrenaturales, los nómadas, que acechan y se desplazan de un lugar a otro, atacando a determinadas personas. No todo el mundo puede verles. No hablan. No hay interacción con ellos. Ni entre ellos se hablan. son como las bandadas de pájaros del filme de Hitchcock. Acechantes. Observando.

El filme no se adentra en el terror más típico - que son estos nómadas - por lo que no es ni chicha ni limoná, resultando un guión confuso. De hecho, no vemos en un principio esa sobrenaturalidad en nada, tan solo vemos gamberros en furgonetas y en motos, vestidos de cuero negro. No desarrollan que son los "nómadas" ni porqué acechan. ¿Son reales físicamente o entes espirituales? ¿Un ente espiritual va en furgoneta y hace pintadas?

Tampoco ayuda todo el tema del flashback "heredado", así la médico protagonista vive, como visiones, los sucesos que le han pasado al antropólogo encarnado por Brosnan. Pero todo esto está muy mal llevado, con personajes y subtramas innecesarias, como todo lo que implica al personal del Hospital.

Y llegamos al final del filme. Un calco del de Hitchcock, a la que uno se fije bien (ver spoiler). Tras el "The end" uno se pregunta que ha visto exactamente. Terror del raro, una película de espíritus extraños o una sobre tribus urbanas malvadas. El guión no bucea en nada que nos lo pueda aclarar, se lo deja al espectador. Y, quizás, el espectador no tenga ganas de darle vueltas al coco ante un producto tan plomizo. Resulta más fácil pulsar el "off" y ponerse a planchar.

Como curiosidad, aparece el cantante Adam Ant encarnando a uno de esos nómadas. Pero no tiene ni una línea de diálogo, como todos ellos.

La época de los sintetizadores, de los cardados, de los calentadores y de los directores bisoños: una chica a la que se acaba de suturar el cuello se da, acto seguido, una ducha refrescante. Olé tú.
NÓMADAS, de inequívoca estética ochentera y un algo folletinesco, es de ese tipo de películas que siendo malas, o peores, ejercen cierto magnetismo para con sus víctimas: la música, que quizá por entonces era lo más de lo más, ahora aturde, y Lesley-Anne Down, partenaire de tanto en tanto de intérpretes de primer orden, se perdió en adelante y para siempre en la calle del adiós. Pierce Brosnan, por su lado, hizo lo que pudo.
Una amalgama, en definitiva, de Cobra, la parte menos llevadera de Cocodrilo Dundee 2 y un episodio rancio del Equipo A. Y acaso por lo del Equipo A es que ejerce NÓMADAS ese cierto magnetismo. O porque comparte título con aquella bonita canción de Franco Battiato.