El morador de las tinieblas

El trabajo de John Carl Buechler es bastante pobre por no decir insignificante. Su filmografía le delata como a otros cineastas de género. En “El morador de las tinieblas” le delata ese flashback inicial del irremplazable Jeffrey Combs, como dibujante de cómics, que da forma a un terrible ser y debe consumirlo junto a él y su obra es lo poco salvable del conjunto. Cameo de Yvonne De Carlo como la Sra. Briggs y poco más. Bueno, los personajes son absoluta carne de parodia: un exdetective que quiere ser actor, un pintor que hace dibujos como los de mi sobrino cuando tenía un año y medio y la protagonista, por supuesto (y por su-puesto). Una lista que sabe contar las balas de los tambores de las Magnum y la archienemiga, of course, Amanda (como la de “Melrose Place”) que encima le llama ‘vulgar’....y hace de todo.

La película podría jugar como en “House, una casa alucinante” con realidad y ficción pero las intenciones de John Carl Buechler son distintas. Las acciones ocurren sin venir sin cuento, los amoríos se suceden con las mutilaciones y al final todo vuelve a la normalidad como si de “Valerie on the Stairs”, episodio prescindible de “Masters of Horror”, se tratase. Ahorrarse en forma de viñetas parte de la película tiene su merito pero la cosa no es más que un capitulo alargado de una inexistente serie. Lastima que al final no acaben los guionistas en la fogata también. Totalmente insufrible.

Éste tipo de películas que se hacían en los 80's son muy difíciles de valorar hoy en día, ya que entra mucho en juego la nostalgia.
Eran películas "malas", pero tenían algo mágico que a día de hoy no se consigue.
Los efectos artesanales y los animatronic creaban una atmósfera única.
Ésta película en concreto no me parece ni buena ni mala, simplemente un ejemplo más de la mágica serie B de los ochenta, una época en la todo valía por muy loca que fuera la historia.

Película que tanto guión, actores, director, fotografía etc, etc, ect fueron tan malos. Nada tan corto solo 1h 10m se hicieron tan largos, ver esto era más bien una terapia y un castigo que me impongo por mis pensamientos impuros y mis malas acciones.
Menos mal que no son muchas si no sería un cinéfilo catastrófico.
Pasando a la historia, más cerca de un capítulo (el peor de todos de historias de la Crypta, una muy buena serie) que una película larga, bueno lo de larga dejémoslo estar.
Aquí trata de un famoso dibujante de cómic (el prota de la buena Re- Animator) que realiza una historia sobre una bestia del diablo, las viñetas cobran vida, al igual que ese muñeco, intento de asustar y que da risa, no por lo antiguo si no por lo mal echo (Las pelis de Harryhausen son más antiguas y con mejores efectos).
Después de matar al bicho se prende todo fuego y empieza la peli, de mal en peor.
La actriz principal una don nadie y que no conoce nadie, unos secundarios irrisorios y una excelente (en su época) Ivon De Carlo, venida a menos y con hambre, si no, no se explica que haya trabajado con Lancaster, Heston y la magnífica serie La familia Monster y haya acabado en esta bazofia teleflimera.
Como en el principio la prota admiradora de dibujante y compartiendo oficio, plagia vulgarmente a este y utiliza su mismo monstruo, con similares consecuencias.
Una serie de muertes, a cual más tonta y siempre comiéndose ese brazo de plástico comprado para la ocasión.
Para terminar una porquería de película y sin ninguna virtud para aconsejarla, a no ser que el destinatario de esa recomendación sea un enemigo o alguien que siempre vota tus críticas con NO.

Todo lo que tiene de mala (que es bastante) lo tiene de "cierto encanto". Hay que valorarlo como lo que es: una película para un público muy concreto que sabe qué va a consumir a sabiendas de su escasa calidad.
La presencia de Jeffrey Combs nos da una pista de qué encontraremos.

No defrauda (mucho) al público potencial, pero desde luego no está llamada a ser ni siquiera uno de los grandes títulos de su género (a ratos lo llamaría solo subgénero).

¿Recomendable? Solo para los amantes del cine de terror ochentero, de los videoclubs y a aquellos que ven con ojos tiernos a todo lo que le lleve la etiqueta de serie B, Z o cine falto de complejos y calidad por partes iguales.

¿A destacar? Me gustaría poder destacar su monstruo final... vale, era mejorable pero es lo que todos esperábamos al final.