Reconozco que no soy el mayor fan de Woody Allen y que cuando fui a enfrentarme al visionado de esta cinta, iba sin ninguna expectativa, incluso escéptico.

Puede que fuera por eso que la pude disfrutar tanto. O quizás sea por sus grandes interpretaciones, repleta de actores conocidos haciendo un gran trabajo. O por su fotografía y diseño de producción que consiguen transportarnos del Paris moderno al clásico casi que lo podamos percibir. O por su fino humor y canto a la nostalgia (al mismo tiempo que nos regaña por dejarnos llevar tanto por esta).

Es sin duda una cinta inspiradora, y debería ser vista por toda persona que tenga cierta inquietud creativa.