Otra de esas reviews difíciles de hacer. Ni que decir tiene que soy gran fan de las primeras películas de la saga (en especial las dos primeras), y que disfruto de algunas de las siguientes (salvo las últimas, lo siento Don Mancini, son un plomazo).

Con ello quiero decir que no estoy en contra de la nueva dirección de la saga, y hacer algo más moderna y “factible”. Cierto es que se pierde el carisma psicótico de Brad Dourif, pero se abren nuevos caminos a explorar.

El problema está en que no hacen nada con estos nuevos caminos. Por un lado hay un rollito a lo Electric Dreams entre Chucky y el prota, con el muñeco desarrollando una conciencia malinterpretada y celos, que resta gran parte del carismas que Hamill intenta darlo. Al mismo tiempo que se le da el “poder” de tener control de cualquier dispositivo eléctrico con Bluetooth. No se usa casi nada.

Es una lastima, porque cuando la película se quiere poner graciosa y recordarnos a las gamberradas anteriores de la saga, tiene algunos momentos brillantes y divertidos (en especial la primera muerte explícita)...pero estos momentos son escasos.

Aunque la disfrute en el cine, con el tiempo he ido reflexionando un poco sobre ella y muchos de sus problemas suponen un detrimento para la experiencia en general.