La anterior película de este director, me había encantado. Así que no dejé pasar la oportunidad de ver esta en el cine. "El otro lado de la esperanza" tiene muchos puntos de contacto con "Le Havre". Las dos tienen esa atmósfera un tanto irreal (el uso del color, los anacronismos en el vestuario y los decorados), una fina ironía, los giros fantásticos del guión y sobre todo ambas rebosan humanidad. Me quedo con un silencio en la sala como pocas veces había visto. Muy recomendable.