Para juzgar este film hay que conocer su antecedente que es la obra de teatro de Eric-Emmanuel Schmitt. La obra es una magnífica reflexión acerca del problema de la conceptualización de la moral. Mediante un hábil artificio teatral y tomando a Diderot como eje y el encargo de escribir la entrada "Moral" en la Enciclopedia, el autor crea una divertida farsa en clave de vodevil que hace reflexionar y supone un magnífico ejercicio acerca de los problemas que se derivan al intentar definir qué es la moral. El film, a pesar de tener como guionista al autor, es un despropósito que toma el rábano por las hojas, acercándose sólo a lo superficial, y subrayando con exteriores innecesarios la ineptitud del realizador.