Esta es historia de Mack:
Qué fácil es para algunos atacar contra su propio interior desde la rebeldía interna de de sí mismos, dicho de otra manera, hay mucho miedo a reconocer, y por ello justificar, la falsedad de la fe, o la religión. Ánimo, solo luchas contra ti mismo. Al leer las criticas y algunas tan duras e injustificadas, me produce mucha lástima, porque su ira contra Dios es tan fuerte que se muestra un aterrador reconocimiento de que Dios marca nuestras vidas, y nada podemos frente a eso, digas lo que digas o pienses lo que pienses, somos y siempre seremos criaturas de Dios. Algunos lo asumen, otros lo aceptan otros lo viven y otros se revelan, le niegan, lo sufren e incluso lo desprecian, pese a que no tienen argumentos. El mero hecho de no poder ser superiores a Dios ya los irrita y destroza, y se atreven desde la ignorancia a presumir de lo que nunca podrán dejar de ser, CREYENTES.
Con todo esto ¿qué digo sobre esta hermosa película, toda ella llena de sentido y mucho realismo, que puede ser aplicable a cualquier persona y que pasa por el dolor de la tragedia?
A través de las criticas descubro a muchos Mack, pero que aún están en la segunda fase de las experiencias vitales. Algunos nunca salen de ahí. Mack es uno de esos que desde la verdadera humildad y reconocimiento de sus limitaciones acepta y acoge el perdón.
El cine está muy necesitado de más reflexión y de menos fantasía o entretenimiento, sobre todo violencia, ha perdido valores y reclama un equilibrio en el que no solo lo comercial se presente en las carteleras.
Extraordinaria película, buen reparto, guión muy trabajado, teología de nivel. Solo pongo un pero, no es un cine para todos. La falta de conocimiento teológico produce mucha confusión y por ello dispersión en el espectador, el abandono, aburrimiento o el sueño son síntomas propios del que no sabe de que va la película.