Iba al cine esperando ver reflajada la vida como lo era en esa época que relataba el trailer y me siento engañado como un tonto, al final todo ha sido una película de drama que ha girado todo el tiempo entorno a la homosexualidad y las drogas. Si bien el personaje de Alberto Crespo interpretado por Asier Etxeandía, me ha llamado bastante la atención y me ha parecido un personaje curioso, para ser uno de los mas interesantes ha durado nada y menos en la pantalla... El resto no me transmitía nada, el protagonista, Salvador, se consumió en su propio melodrama, a la mitad de la película ya no me emocionaba. Y para rematar, esa falta de coherencia en la continuidad ya ha sido para mi la guinda en el pastel, y ha conseguido así, saltando de un recuerdo a otro sin tón ni són que se me hiciese mas larga y tediosa que un día sin pan. Ésta es una película para los mas acérrimos al cine de Almodovar, y puede que haya sido yo el que no dándome cuenta de esto he querido darle una oportunidad, quizás la última, estos melodramas gays, con todo el respeto que tengo hacia la comunidad homosexual en general, no sintonizan con todo el público, parece un contenido muy dirigido solo hacia este colectivo.