Entre los cortometrajes clásicos de la Disney, hay muchos (especialmente entre los englobados en la serie "Silly Symphonies") que vistos hoy producen un cierto sonrojo por sus altas dosis de ingenuidad y ñoñería. Únicamente siendo muy benévolos y haciendo un esfuerzo por contextualizarlos en una época muy determinada y en un público infantil mucho más inocente del de hoy en día, se les puede "perdonar" y mirar con cierta benevolencia, aunque eso no signifique que resistan el paso del tiempo y que convenzan.

Pero como es obvio esto no vale para todos, afortunadamente, y muchos otros de ellos siguen viéndose hoy día con gozo, pudiéndose disfrutar de buenas historias y grandes animaciones. Es el caso del estupendo "La caravana de Mickey", que sorprende desde el primer momento por su ingenio y buenas ideas visuales, especialmente en lo que concierne a la transformacion de la susodicha caravana en los espacios que necesitan sus tres conocidísimos protagonistas en cada momento. Véase como ejemplo de esto la ingeniosísima manera de despertar a Donald y conseguir convencerle de que ya es hora de levantarse.

Sin duda, de los mejores cortometrajes protagonizados nunca por el ratón animado más famoso del cine. Altamente recomendable.